2.7. Tolerancia a la presión

Las presiones que soporta un deportista de alta competición son muy grandes y actúan sobre las características de cada deportista. Hay que tener en cuenta que los sujetos están actuando al límite de las exigencias, y es ahí donde pueden aparecer el estrés y la ansiedad (Linares, 2001).

Debemos tener en cuenta la diferencia existente entre la ansiedad y el estrés que puede padecer un deportista debido a la presión de los entrenamientos o la propia competición. Landers y Arent (2001), citados por Dosil (2004), especifican las diferencias a partir de la dirección de la conducta, según la cual la ansiedad se relaciona con aspectos negativos y el estrés puede ser tanto positivo como negativo. Estos autores señalan que la ansiedad y el estrés negativo se producen cuando el nivel de activación es alto; ahora bien, esta situación no necesariamente tiene que darse, puesto que el deportista puede tener la capacidad de controlarse en situaciones de alta activación, y consecuentemente no presentar ansiedad ni estrés.

Estrés

Figura 3. Estrés.
Imagen de elaboración propia

Importante

Algunos factores o situaciones donde mayor presión se les presenta a los deportistas son:

  • Importancia del evento: cuanto mayor es la importancia, más probabilidad hay de que el deportista esté estresado.
  • Inminencia del evento: es importante enseñar al deportista a pensar en la competición únicamente en momentos previamente establecidos.
  • Incertidumbre: el desconocimiento del resultado es fuente de presión para el deportista, la incertidumbre crea una sensación de falta de control que suele tener repercusiones negativas en el rendimiento.
  • Amenaza de fracaso: las autoevaluaciones pueden ayudar a que el deportista preste atención a lo que tiene que hacer, disminuyendo la influencia externa y aumentando el control sobre su rendimiento.
  • Situaciones novedosas: para solventar las situaciones novedosas es importante trabajar la autoconfianza del deportista, pues si esta es alta, el deportista tendrá la sensación de que se puede enfrentar con éxito a cualquier situación, aunque sea nueva o entrañe dificultad.
  • Experiencias frustrantes: son aquellos eventos pasados que han sido desagradables para el deportista. Para evitarlo, el deportista debe tener la capacidad de centrarse en lo que tiene que realizar. Este control mental es imprescindible en modalidades que tienen competiciones cada poco tiempo, puesto que el deportista debe recuperarse lo antes posible.