5.2. Para saber más

Para saber más

La sangre es un tejido especial. Se le incluye dentro de los tejidos conectivos aunque no es un tejido de relleno o sostén propiamente dicho. Su matriz extracelular es líquida formada por el plasma. En él se encuentran tres tipos de células: globulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas que poseen funciones diferentes. Debido a que la matriz es líquida se encuentra contenida en un sistema de conductos (vasos sanguíneos) formados por tejido epidérmico.

El plasma sanguíneo está formado por agua (<90%) y proteínas de diferentes tipos (albúminas, fibrinógeno, anticuerpos, etc.) que acompañan a pigmentos transportadores de oxígeno, nutrientes y productos de desecho.

Las células sanguíneas se caracterizan por:

  • Los glóbulos rojos o eritrocitos tienen forma de disco bicóncavo. Apenas presentan orgánulos celulares y se encargan de transportar oxígeno a los tejidos y retirar el dióxido de carbono producido en la respiración celular.
  • Los glóbulos blancos o leucocitos son un grupo de células que se encargan de la defensa del organismo. Tienen forma esférica y su núcleo es muy grande. Se clasifican en dos grupos:
    • Granulocitos: son leucocitos que presentan gránulos en su citoplasma. Son de tres tipos: basófilos, eosinófilos y neutrófilos.
    • Agranulocitos: son leucocitos que no poseen gránulos en su citoplasma. Son de dos tipos: linfocitos y monocitos.
  • Las plaquetas o trombocitos son fragmentos celulares que participan en la reparación de los vasos sanguíneos cuando estos se rompen.
Células sanguíneas
Leucocito entre glóbulos rojos y alguna plaqueta
Adaptado de imagen en Wikimedia Commons de Iceclanl bajo CC

Para saber más


Culturismo

Fotografía en Wikimedia Commons de
Chrystal Smith bajo Dominio Público
El tejido muscular esquelético tiene capacidad para regenerarse parcialmente. Frente a un daño muscular existen células especializadas (células satélite) capaces de formar nuevas fibras.

No ocurre igual en el caso del músculo cardiaco, el cual no tiene prácticamente capacidad de regeneración. Los daños del músculo cardíaco se reparan por proliferación del tejido conjuntivo, produciéndose una cicatriz.

Un proceso similar es la hipertrofia muscular, en este caso no se crean nuevas células sino que estas crecen en tamaño, lo que supone un aumento de tamaño de las fibras musculares y por lo tanto del músculo. Este fenómeno ocurre en los músculos de aquellos atletas que practican deportes anaeróbicos en los que repiten sucesivamente un mismo ejercicio, como son por ejemplo el culturismo y la halterofilia.

Objetivos

Si deseas ampliar tus conocimientos sobre los tejidos animales puedes visitar los siguientes enlaces que muestran distintos atlas interactivos de tejidos animales:

Para saber más

Crecimiento secundario

Crecimiento secundario

Imagen  en Atlas histológico,
Universidad Jaen bajo CC

En la medida que el tronco crece en grosor (gracias a los meristemos secundarios) la médula se hace más grande desplazando la corteza hacia el exterior. En este “desplazamiento” se crean nuevos tejidos conductores dejando los antiguos inactivos en el interior. Es lo que se conoce como crecimiento secundario. La repetición de este proceso cada año origina los típicos anillos que muestran los troncos en su interior.

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