2.1. El Ritmo de los sentidos

Cuando hablamos de ritmos solemos asociarlo normalmente con el mundo del diseño, ya hemos visto un apartado sobre la seriación de las formas, que está muy relacionado con la creación de ritmos en el diseño, ya que se entiende que el ritmo decorativo es un conjunto de formas que se van repitiendo o modificando creando una secuencia.

Decoración a base de ritmos

Decoración a base de ritmos
Imagen de _perSona_ en Flickr. Licencia CC

En este apartado vamos a referirnos al ritmo de un modo más esencial, como una sensación que es capaz de transmitirnos el espíritu o el alma de lo que vemos, y no como un simple truco decorativo.

Cuando observamos un espacio o un objeto, nuestra vista recorre dicho objeto o espacio deteniéndose más o menos en determinadas zonas o puntos, siendo más fluidas o entrecortándose en otras, y poniendo interés en determinados sitios, creando espacios, proporciones, tamaños, etc. y todo ello con un orden determinado. Si logramos captar y reproducir en un papel o en una obra tridimensional esos puntos de interés y la manera en que la vista los recorre, respetando siempre las sensaciones que producen, como en el modelo que observamos, habremos logrado comprender, no solo el ritmo de lo que vemos, sino la esencia del objeto.

Paloma de Picasso

Paloma de Picasso
Imagen de rafa59(III) en Flickr. Licencia CC

El ritmo, en este sentido, es un elemento dinámico que provoca la acción mental y visual del espectador, dirigiendo su mirada, llevándolo a interpretar la obra y establecer relaciones de una determinada manera.

Matisse y Picasso son dos grandes artistas que realizaron hermosas obras creando maravillosos ritmos de un modo sencillo, con líneas o colores.

Matisse, "La danza"

Matisse, "La danza"
Imagen de wallyg en Flickr. Licencia CC

Si en una forma modificamos mínimamente un pequeño punto o línea, estaremos transformando la sensación que nos va a transmitir, pues sobre todo, las proporciones se ven afectadas por el modo en que se representan estos puntos de interés, inflexión o cambio.

La figura humana ha sido representada en obras de arte desde el principio de la humanidad. Son de gran belleza los ritmos que presentan tanto las distintas partes del cuerpo humano como su conjunto o composiciones de varias figuras.


Si estás empezando en el mundo del arte, si quieres hacer obras de arte dignas, preocúpate de un modo importante del ritmo. Muchos copistas reproducen obras que resultan sosas, sin alma; debemos descubrir que los ritmos que se producen en las originales no están conseguidos en las nuestras. Podemos concentrarnos en reproducir ritmos y no casitas, o árboles, captar la importancia de la presencia de cada cosa aunque éstas no estén del todo detalladas. El ritmo está del todo relacionado con la composición, el dinamismo, la proporción, el peso visual, las direcciones, el orden y la fluidez de lectura, lo lleno y vacío, lo definido y no definido, con las sensaciones y las emociones.

Comprender como funciona la visión ha ayudado mucho a saber manipular las partes donde queremos que la vista se centre dentro de un conjunto. Establecer un orden de atención adecuado en la obra de arte es muy, muy importante, y puede que ello dependa que una obra funcione, como tal, realmente bien o no.