6.2. Curiosidades

Pre-conocimiento

El mar de nubes, otra característica del clima Canario

Entre los muchos fenómenos curiosos que nos podemos encontrar formando parte del clima canario, uno de los más espectaculares sin duda es el denominado "mar de nubes". Este consiste en la acumulación de nubosidad a baja cota que, empujada por los vientos provenientes del Atlántico, hace que la humedad que poseen las nubes quede a una cota más baja que las principales montañas que existen en el archipiélago. De ahí que, cuando se contemplan desde zonas elevadas, se asemeje de forma muy curiosa a un mar al adoptar una tonalidad cromática azulada, solo que en este caso compuesto por nubes, y no por agua.

Esto tiene, entre otras peculiaridades, la denominada inversión térmica, a consecuencia de la cual puede hacer más calor en las zonas más altas de las montañas que se encuentran expuestas al Sol, que en las zonas más bajas de los valles donde las nubes cubren el cielo y, consecuentemente, hacen que las temperaturas desciendan.

En ocasiones, su parecido puede ser tal, que incluso los excursionistas pueden confundir uno con otro como puedes comprobar en estas imágenes que a continuación te presentamos. El vídeo, realizado por Daniel López y titulado "El cielo de Canarias", es de una belleza espectacular.

 

Mar de nubes sobre el cielo de Canarias

El Cielo de Canarias / Canary sky - Tenerife from Daniel López en Vimeo.

 

 

Pre-conocimiento

El desierto de Tabernas, el mini Hollywood almeriense

La peculiaridad del clima Mediterráneo semi árido tiene algunas consecuencias que son muy particulares. Así por ejemplo la zona del cabo de Gata posee el registro de menor precipitación en toda la península, con solo 120 mm de precipitación media anual, es decir, casi rozando el valor a partir del cuál se considera a una zona como desértica, esto es, por debajo de 100 mm.

Sin embargo, la tradición ha aplicado el nombre de "desierto" a otras zonas de la provincia almeriense. Es el caso del denominado desierto de Tabernas, ubicado a unos kilómetros al norte de la ciudad de Almería. La extremada aridez de esta zona, unido a unos paisajes que recuerdan claramente a los de zonas desérticas, ha hecho que se le aplique habitualmente este nombre que, aunque algo exagerado, no es tampoco totalmente impropio.

Este hecho ha tenido sin embargo, una consecuencia curiosa y favorable para la zona. En la década de los años sesenta, las compañías cinematográficas se fijaron en este lugar a consecuencia del parecido que posee con zonas de norteamérica en las que sí existen verdaderos desiertos. En este lugar se puso de moda filmar películas del oeste o Western, dado que las localizaciones se asemejaban bastante a los desiertos de Sonora, Mohave y otros del continente norteamericano.

La razón era que los costos de rodaje eran bastante más baratos, y los resultados relativamente parecidos a los que se suponía que debería tener el paisaje donde teóricamente se desarrollaba la acción. Con ello surgió una especie de ciudad fantasma a la que con el paso del tiempo se le denominó el "Mini Hollywood", por comparación con la meca del cine estadounidense. Con ella apareció incluso un subgénero cinematográfico, el "Spaghetti Western", dado que eran compañías cinematográficas italianas las que muchas veces rodaban en este lugar.

El mini Hollywood tuvo una vida relativamente efímera, pero con el paso del tiempo se le buscó una nueva rentabilidad cuando la producción de películas en el mismo entró en crisis. Hoy día es un recurso turístico importante y ha servido para potenciar en pequeña escala la economía de la zona.

Dar un paseo por el reseco desierto de Tabernas supone en ocasiones contemplar los restos olvidados de películas y de los utensilios que en ellas se utilizaron, y que fueron posteriormente abandonados en el mismo cuando finalizó su rodaje.

 

Introducción de Por un puñado de dólares:
Spaghetti Western rodado en el desierto de Tabernas

Pre-conocimiento

Los incendios en Galicia

La comunidad gallega es una de las más húmedas de España en datos absolutos, sin embargo, de forma un tanto contradictoria, es también una de las que más sufren una de las peores plagas que azotan a nuestro país: los incendios forestales.

Aparentemente, el hecho de que en Galicia llueva abundantemente y con frecuencia, debería ser un motivo para que en ese lugar no tuvieran lugar los frecuentes incendios que castigan al bosque español. Sin embargo, raro es el verano en el que los noticiarios e informativos no hacen referencia a algún tipo de violento incendio que ha tenido lugar en aquella comunidad.

¿Cuáles son las causas de este hecho aparentemente anómalo? En primer lugar cabe destacar, sin duda, un componente humano o económico, si se quiere. En ocasiones los incendios son provocados por intereses de carácter económico, o incluso por motivos personales como venganzas, etc.

No se puede descartar de ningún modo esta intencionalidad, pero también es cierto que los miles de hectáreas que se calcinan anualmente no desaparecerían si no fuera porque la naturaleza también pone su parte favoreciendo indirectamente a que el bosque sea propenso a arder.

Como dijimos anteriormente, el verano en el dominio oceánico es ligeramente húmedo. Pero en la península Ibérica, y a consecuencia de la influencia del anticiclón que se ubica sobre ella, hay ocasiones en las que las lluvias son muy escasas y eso favorece el que el bosque se reseque y, consecuentemente, sea proclive a que en él se declaren incendios que arrasan grandes extensiones de terreno.

 

Las llamas devoran terreno de bosques en Galicia cada verano
Imagen de Wicho en Flickr. Licencia CC.