1. Las termas

Hoy en día, ¿quién no ha oído hablar alguna vez de los SPA? Nuestra sociedad, cuyo ritmo de vida es cada vez más frenético y estresante, no sólo busca un desahogo en las actividades del tiempo libre sino en instalaciones que permitan desintoxicarse del stress acumulado o simplemente relajarse. Por ello, en los últimos años el número de SPA ha aumentado y cada vez son más los ciudadanos que optan por ese tipo de turismo.


SPA de Mondáriz, Galicia (Este archivo se encuentra bajo la licencia Creative Commons Atribución 3.0, no adaptada) El balneario del “Tettuccio” de Montecatini (Italia) de finales del siglo XVIII (se permite copiar, distribuir y/o modificar este archivo según la GNU Free Documentation License, versión 1.2 o sucesivas publicadas por la Free Software Foundation)

Sin embargo, quizás se desconozca que la sigla SPA significa Salus Per Aquam ( "la salud a través del agua"). La expresión latina que acabamos de citar nos hace comprender el origen romano de las termas y su función: no sólo la relajación, sino también curar enfermedades a través de las aguas medicinales. De hecho, el sustantivo termas (thermae-arum, f. en latín) deriva del griego therme (calor) y thermós (caliente), por lo que desde un primer momento este nombre indicaba un agua especial, normalmente caliente.
Tras la caída del Imperio Romano, la fortuna de las termas en su territorio tuvo destino diferente. Por ejemplo, durante toda la Edad Media, en el mundo occidental las termas desaparecieron por completo, mientras que en el mundo árabe se mantuvieron hasta hoy en día. Cualquiera que tenga la oportunidad de viajar a los países árabes, tanto del norte de África como de Oriente Medio, habrá comprobado que se mantiene la cultura de las termas en la forma de los "baños turcos" o hammam, que siguen, en líneas generales, el mismo esquema de funcionamiento que las termas romanas.



Los baños turcos de Budapest (se permite copiar, distribuir y/o modificar este archivo según la GNU Free Documentation License, versión 1.2 o sucesivas publicadas por la Free Software Foundation) Interior de un Hammam (se permite copiar, distribuir y/o modificar este archivo según la GNU Free Documentation License, versión 1.2 o sucesivas publicadas por la Free Software Foundation)

En el mundo occidental hay que esperar hasta finales del siglo XVIII y el siglo XIX para asistir a un retorno de la cultura termal. Las termas tuvieron un gran auge entre la alta burguesía y la nobleza, pero por aquel entonces se los llamaba de otra forma: balneario (palabra que deriva del latín balneum-i, n. que indica el baño particular, mientras que el plural balnea-orum, n. se refiere a los baños públicos). Como acabamos de ver, la etimología parece conducirnos directamente hacia el mundo romano: en efecto, la actual cultura de las termas, llamémosla SPA o balneario, tiene su origen precisamente en el termalismo romano.

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Hoy en día existen unos establecimientos termales llamados SPA; la sigla SPA significa , es decir la salud a través del agua. 

  

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La palabra termas deriva del latín termae-arum, que a su vez deriva del griego therme y thermós. ¿Con qué relacionarías therme y thermós?
  
Con agua fría.
Con aire caliente.
Con agua caliente.

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¿Qué es el hammam?
       
Un baño turco.
Un SPA.
Un balneario.

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Tras la caída del Imperio Romano, ¿en qué zonas del Mediterráneo se mantuvieron las termas bajo forma de hammam?
  
En Italia y en Francia.
En Oriente Medio y en el Norte de África.
En Britannia.