3. Las artes decorativas
En el Neoclásico tuvieron una importancia capital las artes decorativas pues fueron ellas las que primero adoptaron las nuevas formas de este estilo neoclásico que compitió y desbancó al excesivo Rococó. Primero se ensayó en pequeñas piezas de porcelana, relojes y variados objetos de joyería una nueva estética que bebía directamente de la antigüedad clásica que tanto fascinó a los Ilustrados tras el descubrimiento de Pompeya y Herculano allá por 1740. De nuevo se vuelve al orden, la simetría, lo racional, a los órdenes clásicos y las hojas de acanto, a los frisos sustentados por metopas y triglifos, las formas geométricas simples, en fin, a ese gusto a la griega que también ejemplifica lo que vino a suponer el arte del Neoclasicismo: una interpretación contemporánea bajo el prisma ilustrado de la estética grecorromana.
Para saber más
Neoclasicismo frente a Rococó
Fueron muchas las personalidades que defendieron un cambio estético y volvieron todas las miradas a la Grecia y la Italia clásicas. Entre esas personalidades, cabe destacar a Madame du Barry, la última amante del monarca Luis XV, quien promovió la decoración integra de su residencia oficial, el Castillo de Louveciennes, con motivos inspirados en los restos recién descubiertos tras las excavaciones de Pompeya y Herculano.
También el hermano de Madame de Popmpadour, el Marqués de Marigny fue un apasionado de la antigüedad clásica, y al ser nombrado Director oficial de los Edificios Reales, algo así como el decorador de las residencias del monarca, se encargó de ir cambiando el gusto rococó que ya estaba algo obsoleto y hacer triunfar los nuevos aires neoclásicos, algo que consiguió con el ya anciano Luis XV y con su sucesor Luis XVI pero no con María Antonieta.
Pero sobre todo, el triunfo del Neoclasicismo se debe al gran historiador y arqueólogo Winckelmann, considerado el padre de la Historia del Arte. Gran apasionado de la antigüedad, incansable investigador y fiel estudioso de las ruinas de Pompeya y Herculano, publicó su Historia del Arte de la Antigüedad en 1764, difundiendo su ideal artístico resumido en estas palabras: La única manera de llegar a ser grandes, si es posible, es con la imitación de los griegos.