Resumen

Descarga aquí la versión imprimible de este resumen: descarga de imprimible

La pintura de la calma

Las características principales de la pintura neoclásica son:

  • dibujo
  •  la armonía
  • la falta de  profundidad
  •  los colores puros
  • la temática clásica. 

En Inglaterra la sociedad elegante del momento encargaba cuadros a artistas con cierto renombre en el extranjero. Sir Joshua Reynolds fue presidente de la Real Academia de Arte y un intelectual de la época. Se centró en los retratos a los que intentaba añadir algún interés personal. Thomas Lawrence también se centró en el retrato. Destaca por su dominio técnico y elegancia. George Romney también fue un retratista, especialmente de su musa, Emma Hamilton. 

El máximo exponente de la pintura neoclásica en Francia es Jacques Louis David. Su trayectoria pasa por la temática clásica, la Revolución Francesa y el gobierno de Napoleón.Sus obras más conocidas son: El juramento de los Horacios, La muerte de Marat y La consagración de Napoleón

Jean Aguste Ingres es otro pintor neoclásico que se inspira en Rafael. La bañista de Vapinçon es una de sus obras más conocida.

El mobiliario neoclásico

Salón Luis XVI
Salón Luis XVI
Imagen de Robert Valtte en Wikimedia Commons.
Licencia GNU

En general, el mobiliario estilo Luis XVI se caracteriza por guardar unas líneas sencillas y sobrias en la podemos destacar:

  • una decoración empleada con mesura, a veces se utilizan toques de dorado
  • uso de las formas geométricas
  • patas como columnas de edificios clásicos
  • colores suaves

 El estilo imperio coincide con el gobierno de Napoleón Bonaparte, por lo que esta continuación del mobiliario neoclásico muestra toda la grandilocuencia del emperador. En general, podemos advertir rasgos comunes como:

  • las líneas sencillas
  • las patas de motivos de animales y de tipo sable
  • las maderas oscuras y con las incrustaciones de taracea


Goya, La condesa de Chinchón, 1800

Goya, La condesa de Chinchón, 1800
Imagen en Wikipedia de Dominio público

Las artes decorativas

Fueron las artes decorativas las primeras en abrazar las nuevas formas neoclásicas inspiradas en la antigüedad, especialmente en Egipto, Grecia y Roma, apareciendo lo que se denominó el nuevo gusto a la griega.

Las joyas recobran piezas antiguas como los camafeos, las diademas y los brazaletes, conformando piezas sencillas y simétricas realizadas fundamentalmente en oro y diamantes.

Se producen importantes avances en la fabricación de relojes, como los primeros relojes portátiles de sobre mesa y el péndulo de compensación, que permitía una precisión inaudita hasta la fecha.

Las piezas de porcelana y cerámica pronto se adaptan a esta nueva estética, destacando la porcelana de Sèvres y la cerámica Wengwood, pionera en la utilización de la máquina de vapor para fabricar piezas artísticas.

Tras la Revolución Francesa se abandonan los ricos tejidos, los guardainfantes y las pelucas del Antiguo Régimen para adaptar la vestimenta a la de las clases sociales más desfavorecidas. Triunfan los tejidos ligeros de algodón y gasa en colores claros sin apenas adornos de clara inspiración griega. La prenda más característica fue el vestido imperio o chemise, una prenda larga y entallada bajo el pello con escote recto y mangas cortas. También fueron muy populares los chales y la chaqueta Spencer. La indumentaria masculina también se simplifica, con un traje de chaqueta y pantalón ceñido, sombrero bicornio y de copa y un pañuelo atado al cuello. 

Durante esta época aparecen los primeros museos del mundo, tomando como referencia el Museo del Louvre de París, inaugurado en 1793. Fueron varias las causas que propiciaron la apretura de los primeros museos: las ideas de la Ilustración, la necesidad de albergar el rico patrimonio expropiado de la monarquía y la aristocracia, la llegada masiva de obras de las excavaciones arqueológicas y las campañas militares de Napoleón. De entre los primeros museos cabe destacar el Museo Británico, el Museo del Hermitage y el Museo del Prado.