3.2. La contrarreforma Católica
El intento por parte de la Iglesia católica romana de corregir los errores que habían provocado el cisma religioso tras las reformas protestantes lleva a la convocatoria de un Concilio a mediados del siglo XVI cuyo objetivo fundamental será la Reforma Católica y la adopción de instrumentos de lucha eficaces contra los reformistas evangelistas. Entre ellos cabe destacar la Inquisición, la congregción de los jesuitas y a un paquete de decisiones teológicas que se llevarán a cabo en el mismo Concilio de Trento.
EL CONCILIO DE TRENTO
Fue un concilio ecuménico de la Iglesia Católica Romana que se desarrolló principalmente en la ciudad italiana de Trento durante 25 sesiones entre los años 1545 y 1563. Fue convocado por el Papa Paulo III pero realmente fue impulsado por el emperador Carlos V, quien buscaba acercar posturas con los reformistas para poder dedicarse a la amenaza turca. No obstante, los protestantes alemanes llevaban reclamando un concilio desde 1518.
Tras dos intentos fallidos, el concilio es al fin convocado en mayo de 1542 pero la guerra impide que no se realice su apertura hasta diciembre de 1545. Una vez inaugurado, será interrumpido y reiniciado en varias ocasiones. El principal objetivo del concilio era hacer frente a los principales problemas dogmáticos de la fe católica y reformar del clero.
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Retrato Pablo III |
NUEVO DOGMA | REFORMA DEL CLERO |
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Para saber más
Ignacio López de Loyola fue un noble vasco dispuesto a realizar grandes obras en servicio y para gloria de Dios que un día cambió la espada por el hábito, viajó a Tierra Santa y se puso a estudiar. Pasó por las universidades de Alcalá de Henares y Salamanca y publicó un libro sobre sus Ejercicios Espirituales que le causó serios problemas con la Inquisición, por lo decidió exiliarse a París en 1533. Allí fue creando un círculo de seguidores y perfilando el proyecto de su obra hasta que, en 1540, marcha a Roma dispuesto ya a fundar la Compañía de Jesús, para lo que cuenta con la aprobación del Papa Paulo III. La nueva orden contaba con cuatro votos (pobreza, castidad, peregrinaje a Tierra Santa y obediencia al Papa) y pronto alcanzaría una gran difusión por España, Italia, Portugal y Alemania, llegando a haber jesuitas en partes tan recónditas del mundo como Brasil, China o la India. Su labor fue muy importante para combatir el protestantismo y en la recuperación del catolicismo en algunos territorios de Centroeuropa. Al principio se dedicaban a la predicación personal pero, con el tiempo, fueron también fundando colegios, residencias e incluso universidades, convirtiéndose la Compañía en la principal institución educadora de la iglesia católica.
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Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús Imagen de William Holl de Younger en Wikipedia. Licencia CC. |
Importante
Deseos de renovación dentro de la iglesia católica ya existieron desde antes de que apareciera Lutero, como se puede ver en los esfuerzos por mejorar la vida religiosa que venían realizando las hermandades o las órdenes mendicantes desde hacía un siglo.
Con la aparición del protestantismo, desde Roma ya se empezó a ser consciente de la necesidad de un gran esfuerzo para la renovación del catolicismo universal. Para ello se utilizaron dos instrumentos fundamentales. la Compañía de Jesús y el Concilio de Trento. La Compañía de Jesús fue creada por Ignacio de Loyola en 1540 y su labor evangelizadora y educadora se extendió rápidamente por todo el mundo, teniendo también la orden un papel muy activo en el funcionameineto del Concilio de Trento. Dicho concilio, que se prolongó cerca de 20 años, sirvió para afrontar las controversias dogmáticas de la fe católica, así como para reformar los diferentes aspectos de la vida del clero, en una búsqueda por devolver el prestigio al orden eclesiástico.