5.2. Conductas y actitudes negativas más frecuentes protagonizadas por familiares en la iniciación deportiva

  • Excesiva presión y exigencia competitiva sobre sus hijos.
  • Cultura del éxito. Solo vale ganar, ganar a cualquier precio.
  • Si ganas tienes más posibilidades de llegar a la elite. Error.
  • Comportamientos y actitudes agresivas y violentas.
  • Para justificar un rendimiento no deseado, por razones ajenas, culpar a otros (compañeros, árbitros, entrenador, etc.).
  • Interferencias con el personal técnico deportivo.
  • Presionar a los técnicos para que sus hijos “jueguen” más (todos deberían tener el mismo grado de participación).
  • Presionar a los técnicos para que sus hijos “jueguen” en el puesto específico deseado.
  • Cuestionar decisiones de los técnicos que pudieran influir en el resultado deportivo.
  • Exigir a los técnicos “ganar a toda costa”, el resultado.
  • Crear la cultura del todo vale, en formación no todo vale (objetivo prioritario formarse a través del deporte).
  • No aceptar las decisiones del líder del grupo deportivo.

Un niño de 5 años impide pelea entre mayores durante su partido de futbol.
Video publicado por uncafeconalicia alojado en Youtube

Actividad de lectura

No sé bien cómo decírtelo. Seguramente crees que lo haces por mi bien, pero no puedo evitar sentirme raro, molesto, mal. Me regalaste un balón cuando apenas empezaba a andar. Aún no iba a la escuela y me apuntaste al equipo. Me gusta entrenar durante la semana, bromear con los compañeros y jugar el sábado, como hacen los equipos grandes, pero cuando vas a los partidos… No sé. Ya no es como antes. Ahora no me das una palmadita cuando termina el partido ni me invitas a un refresco. Vas a la grada pensando que todos son enemigos, insultas a los árbitros, a los entrenadores, a los jugadores, a los padres del equipo contrario… ¿Por qué has cambiado? Creo que sufres y no lo entiendo. Me repites que soy el mejor, que los demás no valen nada a mi lado, que quien diga lo contrario se equivoca, que solo vale ganar. Ese entrenador del que dices que es un inepto, es mi amigo. El que me enseña a divertirme jugando y a amar este deporte. El chaval que el otro día salió en mi puesto… ¿te acuerdas? Sí, hombre, aquel a quien estuviste toda la tarde criticando porque no sirve ni para llevarme la bolsa, como tú dices. Ese chico está en mi clase. Cuando lo vi el lunes, me dio vergüenza. No quiero decepcionarte. A veces pienso que no tengo suficiente calidad, que no llegaré a ser profesional del fútbol ni a ganar cientos de millones como tú quieres. Me agobias. Hasta he llegado a pensar en dejarlo, pero me gusta tanto… Por favor, no me obligues a decirte que no vengas a verme jugar.

(Carta de un niño a su padre, anónima, extraída de Internet)