3.1. Dinámicas de autoconocimiento para la afirmación personal y la autoconfianza

El ser humano cree conocerse. Somos relativamente conscientes de nuestras potencialidades, virtudes y debilidades. No obstante, se nos escapan muchos datos, y son las experiencias reflexionadas las que realmente nos dan una imagen ajustada de nuestras capacidades. Estas dinámicas nos ayudarán a conocernos mejor. Ejemplos de algunas dinámicas que podríamos utilizar:

  • Mi árbol: este juego favorece el conocimiento propio y de los demás, además de estimular la autoafirmación y la valoración positiva de los demás. Favorece también la comunicación del grupo.

    Cada participante dibujará en un folio, o en tamaño más grande, un árbol con raíces, tronco, ramas, hojas y frutos. Una vez dibujado deberá poner en las raíces las cualidades y capacidades que cree tener; en las ramas puede poner las cosas positivas que hace, y en las hojas y frutos sus éxitos y triunfos.

    En una puesta en común, cada participante presentará su árbol y explicará sus características. En ese momento cualquier miembro del grupo se podrá levantar y añadir, mientras lo explica, nuevas raíces, ramas o frutos.

  • El abanico: situados en círculo, todos los participantes con un folio y un bolígrafo o lapicero. Cada uno escribirá su nombre en la parte superior de un folio, y se lo pasará al compañero de su derecha.

    Este, al recibirlo, deberá escribir algo bueno que le apetezca destacar de esa persona. Después doblará el folio de forma que a la siguiente persona que le llegue solo pueda leer el nombre del encabezamiento.

    Continúa pasándose a la derecha hasta que todos los participantes hayan podido escribir en todos los folios. En ese momento el folio deberá llegar a su dueño original, formando un abanico donde tendrá escritas un montón de cosas agradables.