Cuando nos encontramos con una situación de emergencia o un accidente, ya sea en un espacio cerrado o abierto, debemos tener en cuenta que nuestra ayuda siempre va a depender del nivel de seguridad que podamos establecer. Por ello, al aplicar las pautas de actuación, debemos ser conscientes de que en el primer paso, que consiste en proteger, lo primero que hay que hacer es evaluar la situación y analizar qué posibles riesgos podemos sufrir si nos involucramos en la situación de emergencia.
Es por ello por lo que además de realizar la exploración física, es indispensable y esencial la observación cuidadosa del entorno. Nos podemos encontrar con gases y humo, jeringas, sangre y otros agentes que puedan poner en riesgo nuestra seguridad. En casos como una intoxicación por vía respiratoria, no debemos olvidar el uso de mascarilla, así como evitar encender llamas o interruptores, y la manipulación de aparatos eléctricos.