Ayuda y entrega

Para la realización de esta tarea, además de los enlaces que te hemos puesto al principio de la tarea, te pueden servir los ejemplos que te planteamos a continuación:

PARTE 1:

Para que te hagas a la idea de lo que buscamos, aquí te proponemos un ejemplo de esta idea en otro momento artístico:

Comenzamos por los Kourós, las esculturas del periodo griego arcaico, allá por el siglo VI a. C, en la que lo más llamativo es el hieratismo, la escasa naturalidad y las formas geométricas. El siguiente escalón ya lo ofrece Mirón con su Discóbolo, una obra clásica, del siglo V a. C. Las formas se hacen más naturales y destaca, sobre manera, el equilibrio y la armonía en el diseño y la composición de la escultura. No hay expresividad, pero sí una belleza basada en el estudio de las formas y en el equilibrio. Damos un salto de casi un siglo para llegar a Policleto con su Doríforo, obra del 450 a. C en la que muestra a una figura serena, maravillosamente proporcionada y con un pequeño juego de movimiento gracias el pie que adelanta, que es el que recibe el peso de la escultrua. Un siglo más tarde, durante el siglo IV, Praxíteles compone su "Apolo Sauroctonos" una obra que da un paso más allá de lo que Policleto había planteado: la proporción y la armonía siguen siendo claves, pero la figura gana en sinuosidad y en sensualidad gracias a esa curva en la cadera que, además, permite una composición mucho más relajada y natural. Ese equilibrio que habíamos estado viendo en las obras anteriores, ha desaparecido. Sigue sin haber expresividad, pero la evolución es evidente. Y terminamos con la gran obra helenísitca por excelencia: El Laocoonte y sus hijos, escultura helenística del siglo I a. C en la que la serenidad, la relajación, el equilibrio y la armonía han desaparecido en pos de una expresividad brutal que se capta a través del movimiento intenso y potente de todas las figuras. Frente a esas figuras medidas y "pacíficas", aquí tenemos una obra viva en la que no hay un centímetro cúbico de mármol que no refleje esa volutptuosidad y ese movimiento.

PARTE 2:

1. La película de Darren Aronofsky "El cisne negro" está basada en la vida de una bailarina que ha de interpretar "El Lago de los Cisnes" de Tchaikovski en su papel protagonista. Ocurre que este papel protagonista es dual, por un lado el cisne blanco, que es calmado, pausado, equilibrado y perfecto, algo en la que Nina, la protagonista se desenvuelve a las mil maravillas. Pero por otro lado, la protagonista también debe representar el papel del cisne negro, un personaje potente, vivo y tremendamente expresivo, justo lo opuesto a la perfección del cisne blanco. Aquí, esa dualidad apolíneo - dionisíaco es evidente, la armonía y la perfección apolínea del cisne blanco, frente a la pasión, quizá no perfecta, pero puramente dionisíaca del cisne negro.

Trailer oficial de El Cisne negro.

2. La moda no es ajena a esta idea de la dualidad calma - viveza, equilibrio - ruptura, apolíneo - dionisíaco. Un ejemplo de ello es el diseño del calzado, que también plantea esa dualidad entre lo barroco y genial, heredera de Dionisos, y esa calma de perfecto equilibrio propio de Apolo. Siguiendo los primeros esquemas podemos hablar de los diseños de Alexander McQueen, rompedodres y casi escandalosos. Puro Dionisos hecho moda. Frente a ello, los diseños de Louboutin, mucho más clásicos, más equilibrados, quizá más elegantes, pero sin duda, menos rompedores.

Zapatos Alexander Mqueen Zapatos de Christian Louboutin
Zapatos de Alexander Mqueen
Imagen de zapatosmarca.net
Zapatos de Louboutin.
Fotografía de Q[at]644c en Flickr. Lic CC.

Como siempre, usa el formato que más se adecúe a tu forma de trabajar: documento de texto, presentación, vídeo... Lo que prefieras.

Y no olvides nombrar el archivo como de costumbre.