Historia inicial

Rosa Bonheur
Rosa Bonheur
Fotografía en Wikipedia. Dominio público

Bonjour à tout le monde. Je suis Rosa Bonheur, et je suis.... Perdón, olvidaba que me dirigía a una audiencia española. Empiezo de nuevo y, eso sí, disculpen mi acento.

Buenas a todo el mundo. Mi nombre es Rosa Bonheur y soy una artista francesa nacida hace ya casi 70 años en 1822. Ahora les contaré qué hago aquí, pero primero me gustaría que superan algo de mí. Como ya les he dicho, soy pintora. Herencia paterna, supongo, ya que mi padre también lo era y me enseñó mucho de lo que sé y ahora, después de mucho trabajar, de mucho pintar y de mucho aprender, puedo decir que soy una pintora de éxito. No sé si pasaré o no a la historia como una de las grandes pintoras, pero al menos, lo intentaré. Supongo que el hecho de ser mujer y ser homosexual no me va a ayudar demasiado, pero bueno, espero que mi obra hable por mí misma, que la gente se fije en mis cuadros y no en la persona que los pintó.

Efectivamente, ahora mismo (abril de 1898) soy una artista reconocida.Ya estoy en los últimos momentos de mi carrera y de mi vida, pero puedo decir que he conseguido hacerme un hueco en este mundo de artistas, hombres, y labrarme una carrera solo con mi esfuerzo, mi trabajo y mi calidad. Con apenas 25 años conseguí exponer en el Salón de París. Solo dos años después, logré la medalla de oro del propio salón. tres años más tarde conseguí exponer uno de mis cuadros (Labourage nivermais) en el Museo De Orsay y poco después fui incluida para una exposición en ni más ni menos,  el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York. Ahí es nada.

He conocido a la Reina Victoria, a la Emperatriz Eugenia e incluso al famoso Buffalo Bill y he sido la primera mujer en lograr la condecoración de la Legión de Honor.

No sé si mi biografía les dirá algo, pero bueno, quizá sirva para que entiendan que quién les va a acompañar por el viaje que vamos a hacer no es una loca o una iluminada, soy una artista formada y preparada y seguro que les puedo servir.

Siempre fui una niña inquieta y mi padre supo enfocarme bien. Cierto que él, como pintor, lo tenía fácil. Bastaba con que me diera unos pinceles, unos pigmentos y un lienzo para ponerme horas y horas a hacer lo que más me gustaba. Quizá les sorprenda, pero lo que más me emocionaba era ir a conocer a los pintores más conocidos del momento. Mi padre era amigo de alguno de ellos, y poder entrar en sus talleres me hacía sentirme en una auténtica nube.

Así conocí a algunos de los más importantes del momento, aunque el que más me sorprendió fue uno que ni siquiera era francés. Desgraciadamente, tampoco pude ir a su taller ya que murió cuando yo solo tenía 6 años: Don Francisco de Goya, desde mi punto de vista, el mayor de los genios con un pincel en la mano. Nunca vi nada igual: su forma de tratar el color, su expresividad, las formas raras y feas pero tan potentes... Increíble. Siempre quise hacer algo similar a lo que él hacía, pero no me atreví. Y viendo a mis contemporáneos, me da que les ha pasado a todos. Quién sabe, quizá en algún momento alguien decida finalmente romper las barreras que Goya ya rompió en su momento y poder expresar de forma tan libre como él.

Como os decía, gracias a mi padre pude visitar los talleres de algunos grandes pintores: Delacroix, Géricault, Delaroche. Todos me trataban con algo de condescendencia, entiendo que por ser más joven que ellos, menos conocida y bueno, quizá también por ser mujer. El hecho es que de aquellas visitas aprendí muchísimo de es apintura romántica tan pasional y con una técnica tan cuidada.

Y bueno, también he podido acercarme a otros pintores más cercanos a mí en cuanto a edad, como los Pompier. Honestamente, diría que ellos son más famosos, pero yo era mejor pintora. Sea como sea, con todos estos he podido compartir mi visión de la pintura y de la vida.

Creo que empiezan ustedes ahora un recorrido tremendamente interesante por mi época. Verán edificios bellos (aunque ya les anticipo que poco originales), pintores pasionales, escultores técnicamente impecables, escritores malditos, músicos geniales... Así que disfruten. Yo, que ya estoy en los albores de mi vida, puedo decir que la he disfrutado. Igual me habria gustado ser más libre y expresarme como yo deseaba. Pero una es hija de su tiempo y las barreras que una puede saltar o destruir no son infinitas.

Au revoir et, pourquoi pas, à bientôt.

Feria de Caballos Rosa Bonheur. 1853
Feria de Caballos Rosa Bonheur. 1853. Museo Metropolitano de Nueva York
Imagen en Wikipedia. Dominio público