1.1. Moverse no es bailar
Ya has visto que bailar va más allá del hecho de moverse. ¿En qué momento el ser humano empieza a danzar de verdad? Existen testimonios gráficos de danzas desde la prehistoria en donde se puede apreciar que ya existía una intención clara para el baile: uso práctico, función estética y movimientos disciplinados organizados en torno a patrones rítmicos y musicales establecidos.
Nuestros antepasados, en base a sus experiencias, sabían que se podía calmar a un adversario a través de regalos, ofrendas y rituales de danza. De la misma manera intentarán apaciguar a los elementos de la naturaleza, que no pueden controlar de otra manera, cuando éstos no le son propicios. Las danzas tendrán un sentido mágico, y también servirán de cohesión social. Estas danzas rituales y de sacrificios pueden ser:
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Objetivos
La escena de Los danzantes de Cogul tiene un carácter ritual. Es la pintura rupestre más antigua (5000-7000 años) que se ha encontrado en Europa de humanos bailando. Las representaciones femeninas de la roca parecen indicar que estamos ante un espacio sagrado, destinado al culto a la fecundidad. En la escena de la Danza aparecen nueve mujeres pintadas en negro y otras en rojo. Se las ve bailando alrededor de una figura masculina con un falo prominente. También aparecen varios animales.
Durante el neolítico, con la aparición de la agricultura se creará un remanente de producción que provocará la aparición de una nueva jerarquía social. La magia se convertirá en religión organizada y las danzas, además de continuar con su función sagrada y ritual, dejan de ser puramente funcionales para convertirse en espectáculos de entretenimiento para aquellas clases sociales más refinadas.