2. Los medios de comunicación: el frágil equilibrio

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Ejemplo de grupo mediático que posee diferentes medios o canales de difusión. Logo subido por Wikimedia. Licencia: dominio público. 

Hoy en día, los medios pertenecen a grandes grupos empresariales con todo tipo de negocios e intereses. Ya hemos podido ver en temas anteriores cómo han ido concentrándose en cada vez menos manos, una tendencia que pone en peligro el cumplimiento de su responsabilidad social. Los peligros son evidentes y muchos telediarios, periódicos y programas de radio muestran visiones sesgadas de la realidad deliberadamente; sin embargo, como ya hemos mencionado, al calor de los medios de comunicación de libre acceso han ido surgiendo cada vez más periódicos, radios y programas independientes que, sin rechazar el posicionamiento político, velan por la ética en los contenidos mediáticos que consumimos a diario.

La concentración de los medios tradicionales en grandes grupos empresariales desvela conexiones con todo tipo de industrias y partidos políticos; ese es uno de los handicaps con el que cualquier medio tiene que lidiar para mantenerse independiente. El otro, la publicidad. Como sabemos, la mayoría de los medios dependen de la publicidad como principal fuente de financiación y de ganancias; por lo que siempre tienen cierta tendencia a incrementar los fragmentos dedicados a la publicidad. Por ejemplo, las cadenas de televisión a menudo son multadas por emitir más anuncios de los permitidos por ley. ¿Por qué? Porque pagar la multa sale más a cuenta que dejar de emitir los anuncios por los que son multados. Cabe preguntarse, entonces, qué organismos y legislaciones velan por la responsabilidad social de los medios de comunicación de masas.