1.2. El despotismo ilustrado

La corte de Federico II de Prusia Imagen en Wikimedia Commons de Mlorasch bajo Dominio Público

El "espíritu de las luces" llegó a calar incluso en las cortes europeas, donde muchos monarcas acogieron las ideas ilustradas y las utilizaron en sus conflictos con la Iglesia, la nobleza...

Estos gobernantes ilustrados, plantearon reformas que consideraban necesarias para el pueblo, pero sin contar con él. Eran medidas superficiales, que en absoluto pretendían modificar los cimientos del Antiguo Régimen. Ellos eran monarcas absolutos y pretendían seguir siéndolo, pero ahora revestidos por un halo de paternalismo hacia su pueblo al que comparaban con un niño necesitado de un guía porque no sabe lo que le conviene. Las reformas ilustradas proporcionaban a los monarcas absolutos una apariencia de bondad, de disposición benefactora y de ayuda hacia su pueblo. No hacían hincapié en sus derechos dinásticos no siquiera en el derecho divino pues preferían presentarse como "servidores del estado".

A esta suma de absolutismo e ilustración se le conoce como Despotismo Ilustrado y podemos resumirla en una frase sencilla y muy pegadiza: "todo para el pueblo pero sin el pueblo".

Era propio de los déspotas ilustrados la defensa de la tolerancia religiosa y su oposición frontal a los jesuítas, por su gran influencia política, económica y su absoluta obediencia al Papa. La Compañía de Jesús fue expulsada de muchos países (Portugal, Francia, España...), e incluso el Papa en 1773, se vió obligado a disolver la orden, reconstituida de nuevo en 1814.

Tendieron a centralizar sus administraciones unificando leyes e instituciones. Fomentaron la agricultura, la industria y el comercio y se interesaron por el desarrollo de las ciencias, la educación...

Entre los monarcas ilustrados más representativos podemos destacar los siguientes:

José II de Austria Imagen en Wikipedia de Carl von Sales bajo CC

José II de Austria (1741-1790)

Hijo de la reina Mª Teresa, estaba convencido de que las condiciones existentes eran malas y por eso quería acabar con ellas. Abolió la servidumbre, promovió la igualdad de castigos independientemente del estamento al que pertenecía el delincuente. Decretó la libertad de imprenta y la tolerancia religiosa.

Tenía el ideal de un imperio uniforme y racional por lo que no realizó el juramento propio ante los húngaros cuando subió al trono, quedando así liberado del respeto a sus leyes. Impulsó el alemán como lengua administrativa lo que llevó a la resistencia de checos, polacos y magiares. Para garantizar el buen funcionamiento del sistema, creó una policía secreta que informaba sobre el comportamiento de nobles, clérigos y funcionarios.

Federico II de Prusia (1712-1786)

Reconocido mecenas de la cultura es famosa su relación con Voltaire. Durante su reinado se impulsó la industria y aumentaron las tierras de cultivo.

Concedió la libertad religiosa y sancionó pero no llevó a la práctica, la obligatoriedad de la instrucción pública.

Catalina II de Rusia (1729-1796)

Aficionada a la lectura, mantuvo correspondencia con algunos filósofos como Voltaire y Diderot. En cuanto a su política, cabe destacar el aumento de los límites del imperio ruso y el proceso de occidentalización iniciado ya en reinados anteriores. Su intención de llevar a cabo reformas ilustradas se materializaron por ejemplo en la creación de una Comisión Legislativa para reformar las leyes. En ella, estaban representadas todas las clases excepto los siervos.

Carlos III de España Imagen en Wikipedia de Crisco 1492 bajo CC

Carlos III de España (1716-1788)

Único representante del despotismo ilustrado en España, durante su reinado se llevaron a cabo importantes reformas entre las que debemos mencionar:

• Los proyectos de repoblación de Sierra Morena y la creación de Nuevas Poblaciones como La Luisana, La Carolina... La intención era fomentar la agricultura y la industria en zonas despobladas y acabar con el bandolerismo que acechaba por los caminos.

• Sociedades Económicas de Amigos del País, que promovían el desarrollo de España impulsando su industria, comercio, agricultura. Realizaron una gran labor de difusión de técnicas agrícolas y centraron su atención en la educación y la formación del pueblo.

• Liberalizó el comercio con América en 1778.

• Expulsión de los jesuítas en 1767.

Es de destacar un altercado muy conocido, llamado motín de Esquilache que encuentra su explicación en la disconformidad del pueblo español, que veía con malos ojos el elevado número de ministros extranjeros que asesoraban al rey. Puedes encontrar más información sobre este capítulo de la historia de España en el apartado "para saber más".

A Carlos III se le conoce también como "el mejor alcalde de Madrid",  pues bajo su mandato la capital de España adquirió dimensiones de auténtica capital europea. Se construyeron obras como la fuente de Cibeles, de Neptuno, la Puerta de Alcalá o el edificio del museo del Prado. Se instauró el servicio de recogida de basuras y la red de alcantarillado.