1. Introducción
Realmente la electricidad ha cambiado nuestras vidas, y a mejor. Se puede decir que se ha domesticado para ponerla a nuestro servicio, pero ¿has pensado alguna vez cómo se "fabrica" la electricidad que llega a nuestras casas? ¿o cómo funciona la dinamo de una bicicleta?
Imagino que algo debes saber de cursos anteriores. Habrás oído o leído cómo son las centrales hidroeléctricas o térmicas, o nucleares. Pero la pregunta no es dónde se produce la electricidad, sino cómo se produce. Sin duda éste es un asunto muy interesante que, como puedes imaginar, tuvo (y tiene) unas repercusiones tecnológicas tremendas.
Pues bien, la producción de electricidad fue objeto de estudio a principios del siglo XIX por un científico realmente extraordinario: Michael Faraday (Newington, Gran Bretaña, 1791-Londres, 1867). Su campo de trabajo era el estudio de las relaciones entre magnetismo y electricidad. En este punto te aclaro que tú ya has estudiado algunos temas de magnetismo y electricidad, e incluso has visto en los temas anteriores que hay una estrecha relación entre las corrientes eléctricas y el magnetismo.
Pues todo esto también lo sabía Faraday en su tiempo, pero él fue un poco más lejos y se planteó las siguiente cuestión:
Se sabe que las corrientes eléctricas crean a su alrededor campos magnéticos, ¿podrán los campos magnéticos producir una corriente eléctrica? Y ahí empezó todo. Realizó un conjunto de experiencias que verás en seguida que sentaron cátedra, es decir, las bases necesarias para "domesticar" la electricidad. El resto, sus repercusiones, etc. ya lo puedes imaginar, aunque en este tema también verás algunas de las enormes aplicaciones de sus experimentos.
Como muestra, un botón. La imagen siguiente representa un alternador industrial. La misma representa un dispositivo capaz de "fabricar" una corriente eléctrica, o lo que es lo mismo las partículas que la constituyen tienen una velocidad, por ello, energía cinética, que con el aparato puede ser transformado a energía potencial y distribuirse para realizar operaciones mecánicas como hacer funcionar tu televisor o el ordenador donde estás sentado ahora.
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Imagen de Xaf en Flickr . CC |

Conocimiento previo
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Imagen en Wikimedia Commons. |
No debes considerar a Michael Faraday como uno más de los muchos nombres que aparecen en cualquier libro de texto. Fue un científico brillante que nació en el seno de una familia humilde, recibiendo una educación básica. Muy joven se vio obligado a a trabajar, primero como repartidor de periódicos, y a los catorce años en una librería, donde tuvo la oportunidad de leer algunos artículos científicos que lo impulsaron a realizar sus primeros experimentos.
Albert Einstein (este sí te suena ¿verdad?) mantenía colgado en la pared de su estudio un retrato de Faraday junto a los de Isaac Newton y James Clerk Maxwell. Ernest Rutherford (seguro que este también) declaró: "Cuando consideramos la extensión y la magnitud de sus descubrimientos y su influencia en el progreso de la ciencia y de la industria, no existen honores que puedan retribuir la memoria de Faraday, uno de los mayores descubridores científicos de todos los tiempos
Cuenta la anécdota que un día de la primavera de 1855 el ya físico inglés Michael Faraday daba una conferencia pública en la que mostraba sus pioneros experimentos sobre la electricidad y el magnetismo. Entre la audiencia se encontraba William Gladstone, entonces Ministro de Hacienda y futuro Primer Ministro. Gladstone se levantó y le espetó al investigador: «todo esto es muy bonito, ¿pero alguna vez le encontraremos una aplicación práctica?», a lo que Faraday respondió: «no se preocupe, algún día el gobierno cobrará impuestos sobre esto». Estoy convencido de que ni siquiera Faraday sospechaba hasta qué punto sus experimentos revolucionarían el mundo.