2. La Historia que lo rodea
Ya has visto que el Romanticismo, como todos los movimientos estéticos, tiene una relación directa con su situación histórica. En este caso, hablamos de un momento apasionante para la historia de Europa y de Norteamérica: el siglo XIX: Revoluciones liberales, II Revolución Industrial y, lo que posiblemente más relación tenga con el romanticismo en sí: el nacionalismo. No es baladí que algunos autores románticos sean fervientes defensores del nacionalismo del territorio en el que viven. Tanto uno como otro parten del individualismo, de la identificación cultural de un territorio, de una lengua, de una historia y de unas costumbres comunes. De ahí que pintores, escultores, músicos y escritores, lleven este nacionalismo a sus expresiones artísticas y de ahí que estas sean, sobre todo, pasionales e intensas. La templanza, la calma y el "buenhacer" del neoclásico, con ese regusto aristocrático y del pasado, deja paso a este romanticismo pasional, a veces feo, pero que sale del corazón y, a veces, de las entrañas.
La burguesía, por cierto, es la que se hace con las riendas de este nuevo estilo. Normal, ya lo estaba haciendo con el poder económico (Revolución Industrial) y el político (Revoluciones liberales).
El Romanticismo. Contexto histórico. Vídeo de Jesús Aguado alojado en Youtube |