3. El nacimiento de la lírica literaria
¿Cómo nació la lírica como género literario? ¿Qué era la lírica en sus comienzos?
La lírica en Grecia nació cumpliendo una función. Lírica y funcionalidad parecen términos contrapuestos: el arte, si tiene alguna función, es la estética, el recreo del espíritu y los sentidos, y la lírica es quizá el arte menos “útil” de todas las artes.
Claro que esto podemos aplicarlo a nuestro concepto de lo que es la lírica: una composición poética breve, predominantemente personal, que trasmite emociones y sentimientos. Una parte de la lírica griega corresponde a ese concepto, pero solo una parte. En Grecia se denominaba “lírica” a toda composición que se interpretaba con el acompañamiento de una lira (de ahí su nombre, que proviene de la misma palabra λύρα) y este es un concepto amplísimo, que abarca además composiciones corales, cantos exhortativos o poemas satíricos. Incluso Solón utilizó los metros de la poesía elegíaca para redactar sus leyes. La lírica como género fue anterior a la generalización del uso de la escritura: en Homero encontramos pasajes en que se presenta a un aedo ejecutando una composición lírica: así un treno en los funerales de Héctor; Demódoco cuando canta la historia del adulterio de Ares y Afrodita, mientras bailan los feacios. Los llamados “himnos homéricos” eran cantados también por aedos que viajaban interpretando también sus poemas épicos. Eumelo de Corinto cultivaba ambos géneros, como probablemente todos los primeros poetas líricos. La especialización coincidió y fue posible a partir de la generalización del uso de dos instrumentos provenientes de Asia Menor: la cítara y la lira de siete cuerdas, y también la doble flauta. El uso de estos instrumentos posibilitó una gran variedad de esquemas métricos. En el siglo VIII a.n.e. comenzó a utilizarse la escritura en Grecia, y algunos textos pertenecientes a la lírica popular comenzaron a ponerse por escrito. Una vez iniciado este proceso, los textos se hicieron más variados y complejos, tanto en los temas como en las estructuras. Era una época de apertura al exterior: decayó el interés y la nostalgia por los héroes y sus leyendas, el pasado, en favor del gusto por lo nuevo y diferente. No sabemos exactamente dónde surgió la afición por los nuevos ritmos e instrumentos, pero ya en el siglo VII a.n.e. estaban presentes en toda Grecia, aunque de manera especial entre la población jonia de las orillas e islas del Egeo. El nacimiento y desarrollo de la lírica corrió parejo al auge económico y cultural de la era Arcaica y la creación de la polis. Su amplia difusión fue posible por la importancia creciente de las fiestas antiguas de ciudades como Corinto o Esparta, de santuarios como Delfos, de las competiciones deportivas. En estas celebraciones se dieron a conocer los grandes autores líricos de Grecia.
La lira tenía la función que tiene la guitarra hoy en día, y la poesía lírica tiene bastantes puntos en contacto con la música actual. Mientras los textos de Homero son amplios y descriptivos, los poetas líricos escribieron composiciones más directas y breves (tal como la música ha evolucionado a piezas más cortas).
La lírica respondió a la perfección a las demandas de los tiempos cambiantes de la era Arcaica: la clase dominante no era ya la aristocracia que se decía descendiente de los antiguos héroes, sino una burguesía emergente con necesidades variadas. Los poetas compusieron, en primer lugar, para las ocasiones festivas: celebraciones religiosas, triunfos deportivos; también para sí mismos y para sus amigos; por supuesto, para momentos de duelo y regocijo (entierros o bodas)... Algunos de sus autores tuvieron que viajar para darse a conocer: así los que componían cantos corales para las fiestas; otros se mantuvieron en su patria. Píndaro fue tan conocido en su tiempo como puede serlo hoy en día Bruce Sprigsteen y recorrió las principales cortes de la Grecia de su tiempo; Safo y Alceo pasaron su vida en Lesbos, enemistados con Pítaco, el tirano de la isla. En todos los casos, el poeta es consciente de su importancia y está orgulloso de su arte y de sus relaciones con la realeza o los tiranos. Desde Terpandro, hablan en primera persona, marcan en los poemas su autoría; Alcmán insiste en la novedad de sus cantos. Todos afirman estar inspirados por la divinidad, privilegio que debe redundar en favor de la comunidad. Mientras que la épica tuvo su momento y su lugar, la lírica sobrevivió a la era en que fue creada y coexistió y sirvió a otros géneros literarios, como el teatro e incluso la novela. |
Este tema ha sido elaborado por Javier Almodóvar y Meli San Martín para la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía