4. Índices de práctica físico-deportiva femenina en los diferentes ámbitos

Como hemos dicho en el punto anterior, el deporte ha sido un ámbito históricamente vetado para las mujeres. Sin embargo, durante los siglos XIX y XX la mujer ha ido sumándose a la práctica deportiva. A pesar de ello, aún en nuestros días, los niveles de práctica de hombres y mujeres no están equiparados. Las mujeres participan en menor medida en actividades deportivas, especialmente si son de competición.

 

Charlotte Cooper

Charlotte Cooper
Imagen en Wikimedia Commons. Dominio Público.

4.1. Evolución de la práctica de actividad físico-deportiva de las mujeres


Desde que a finales del siglo XIX algunas mujeres pioneras comenzaran a practicar diversos tipos de actividades deportivas de competición, los niveles de práctica físico-deportiva fueron creciendo lentamente. Mujeres como Lilí Álvarez (1905-1998) en España, Babe Didridkson Zaharias (1911-1956) en Estados Unidos, o Charlotte Cooper (1870-1966) en Inglaterra, fueron ejemplos aislados de ello.

Sin embargo, a lo largo de la segunda mitad del siglo XX se empieza a popularizar la actividad física como forma de ocupación del tiempo libre de las mujeres y como medio de mejora de la salud. Es por ello por lo que los niveles de práctica de actividad física femenina empiezan a incrementarse. También gracias a la difusión de actividades como el aeróbic se popularizan en todas las sociedades occidentales a través a los medios de comunicación.

Elia María González-Álvarez y López-Chicheri, más conocida como Lilí Álvarez, (1905–1998) fue una deportista, escritora y periodista española. Practicó numerosos deportes, como esquí, alpinismo, equitación y billar, y pilotó coches de carreras, pero destacó sobre todo como tenista y patinadora.

 

4.2. Índices de práctica en diferentes ámbitos y su evolución

La práctica de actividad física se puede analizar desde diferentes ámbitos, dando lugar a situaciones diferentes.

 

a) Ámbito escolar

Desde la inclusión de la educación física en el sistema educativo español, las mujeres han podido tomar parte en ella. Sin embargo, esta educación física se concibió de manera muy distinta para hombres y para mujeres. Los estereotipos sexistas de la época hicieron que la educación física femenina estuviese orientada hacia las actividades deportivas “típicamente” femeninas: estética, elasticidad… Con el avance de la sociedad, poco a poco estas diferencias se fueron acortando hasta llegar a nuestros días, donde todo el alumnado (niños y niñas) tiene la obligación de cursar la asignatura de educación física, con unos contenidos y metodologías similares para chicos y chicas.

Otra cuestión son las actividades extraescolares. Mientras que todos los centros educativos ofertan actividades deportivas para los niños, no sucede lo mismo con las chicas. Esa escasez de ofertas, sumada a los estereotipos de género de nuestra sociedad, hace que la mayoría de chicas que se apuntan a actividades extraescolares en los centros elijan actividades como la danza, o no deportivas.

 

b) Ámbito federado

Este ámbito del deporte es en el que más diferencias encontramos entre mujeres y hombres. Al tratarse del deporte de competición, las mujeres se han sentido tradicionalmente poco atraídas por él. Los números de licencias federativas que se muestran en la figura 1 así lo demuestran. Solo una de cada cinco licencias federativas en España es de mujeres. A pesar de que en los últimos años esta brecha de género se ha ido reduciendo, todavía queda mucho trabajo por realizar para llegar a niveles más paritarios.

Evolución de licencias federativas en España por género

Figura 1. Evolución de licencias federativas en España por género.
Imagen de elaboración propia

 

c) Ámbito universitario

La presencia de las mujeres en la universidad es cada vez mayor. En la actualidad existen más alumnas que alumnos estudiando en las universidades españolas. Sin embargo, en el deporte universitario siguen estando más presentes los hombres. Sí que es cierto que a nivel de Campeonatos de España Universitarios la presencia de mujeres y hombres deportistas es paritaria (43,5 y 56,5% respectivamente). Poco a poco las universidades comienzan a ofertar actividades físico-deportivas más allá de las competiciones universitarias, donde las mujeres se sienten más motivadas (Almorza et al., 2011).

 

d) Ámbito recreativo

Sin duda este es el ámbito deportivo con mayor presencia de mujeres. A pesar de que en su mayoría las motivaciones son diferentes a las motivaciones masculinas, cada vez son más las mujeres y niñas que invierten su tiempo de ocio en hacer actividad física, asistir a cursos deportivos o frecuentar los gimnasios. Las motivaciones para los chicos en este apartado están relacionadas con la competición y el estar con los amigos, mientras que para las chicas las motivaciones están más ligadas a la salud y a la estética.

 

4.3. Factores que determinan los índices de práctica deportiva femenina

Aunque ya hemos adelantado algo en los puntos anteriores, a continuación se describirán los elementos determinantes de la práctica deportiva de las mujeres.

 

a) La concepción de deporte

El deporte es un término muy amplio que hace referencia a multitud de actividades; aún hoy no existe una definición consensuada de lo que se entiende por deporte. Hay personas que entienden el deporte como competición, mientras que otras opinan que dentro del deporte podríamos incluir las actividades recreativas, como cursos deportivos, gimnasios, etc. Las motivaciones de cada persona harán que opten por practicar alguno de estos tipos de deportes, dando lugar a personas a las que les gustará y practicarán el deporte de competición a través de algún club, otras personas optarán por el deporte salud, asistiendo a clases de mantenimiento en un gimnasio municipal… Por lo tanto, la concepción que tenga la mujer del deporte y la actividad física hará que los índices de práctica deportiva femenina sean de un tipo o de otro.

 

b) La diversidad de mujeres (étnica, edad, etc.)

Está claro que a pesar de que algunos se empeñen, no existe un único modelo de mujer (o de hombre). Existen mujeres altas y bajas, fuertes y flexibles, mayores y jóvenes, negras, asiáticas y mulatas… la genética nos da una infinidad de características, y por lo tanto una infinidad de tipos de mujeres. Además, a esto hay que sumarle el componente psicológico, encontrando a mujeres tenaces, valientes, astutas… Esta diversidad de feminidades podría dar lugar a una gran diversidad de prácticas deportivas. Sin embargo, la sociedad occidental en la que vivimos moldea a las mujeres según su patrón (principalmente a través de los medios de comunicación), obligando a las chicas a comportarse “como mujeres” si no quieren sufrir el rechazo o incluso la marginación.

 

c) La modalidad deportiva y su asignación de género tradicional

Una creencia bastante difundida en la sociedad española es que existen deportes de mujeres y deportes de hombres. Esta división deportiva tiene mucho que ver con los estereotipos de género que encontramos en nuestra sociedad, tanto para hombres como para mujeres. Es habitual pensar que la gimnasia, el aeróbic, el voleibol… son deportes para chicas, ya que explotan las supuestas cualidades femeninas, mientras que deportes como el fútbol, el baloncesto, los deportes de lucha… son típicamente masculinos. Estas opiniones están muy difundidas en nuestra sociedad, y aún son muchas las niñas que no pueden practicar determinados deportes porque sus familiares no lo ven con buenos ojos, o chicos que por las críticas y las burlas deciden no practicar actividades catalogadas como femeninas.

Boxeadoras. Consejo Superior de Deportes.
Video realizado por la Federación Española de Boxeo alojado en Youtube

 

4.4. Análisis específico de los índices de práctica de la modalidad deportiva

Existen otros factores, relacionados únicamente con las mujeres, que afectan a los niveles de práctica deportiva femenina. Algunos de estos factores no tienen que ver con cuestiones sociales directamente, sino con cuestiones biológicas. La menstruación durante la juventud, y la menopausia durante la etapa adulta, son dos aspectos importantes a tener en cuenta al analizar la práctica. Los cambios hormonales afectan a las mujeres, no solo a nivel físico sino también a nivel psicológico. Existen deportes donde la aparición de las primeras menstruaciones supone una reducción de algunas cualidades físicas básicas para la práctica de ese deporte. Es por ello que se han constatado comportamientos totalmente rechazables de entrenadores que por medio de tratamientos médicos han retrasado la aparición de las primeras reglas de las chicas, alargando así su vida deportiva. El embarazo es otra variable que da problemas a las mujeres deportistas, no solo teniendo que parar su entrenamiento durante un tiempo, sino incluso temiendo perder su contrato en caso de quedarse embarazada. Estos problemas no los sufren los chicos, por lo que habría que tenerlos en consideración a la hora de analizar los niveles de práctica deportiva de las mujeres.