5. - El mundo de los espectáculos
Hoy será un día estupendo. Estamos en las fiestas. Estos romanos tienen muchos días de fiesta. También en mi pueblo había fiestas pero no tantas. Hoy empiezan las dedicadas al dios Júpiter, el dios más importante para los romanos, porque, según creo, es el dios de todos los demás dioses. Habrá juegos de gladiadores, carreras de carros, representaciones teatrales, y muchas cosas más. Como soy una esclava no me dejan entrar a verlos, pero ya me ha dicho mi compañera esclava que nos podemos colar, que no es muy difícil. Hoy iremos al circo a ver una carrera de carros. Mi amiga me ha dicho que es estupendo ver correr a los carros y los caballos manejados por el auriga. Parece que puede ser peligroso, ya que a veces ocurren muchos accidentes. No sé si este tipo de espectáculos se parecerá a algunos de los nuestros. En mi tierra también había competiciones de jinetes, pero las hacíamos al aire libre.
A mi amiga le encantan, sobre todo, las luchas de gladiadores que se celebran en el anfiteatro. Me ha contado que es sobrecogedor ver un edificio tan grande, repleto de gente gritando y vitoreando a los gladiadores más famosos. Muchos de ellos son muy conocidos y tienen muchos seguidores entre el público. La lucha es a muerte. Ella me dice que, aunque disfruta viendo la maestría con la que luchan los contendientes, sin embargo, también sufre bastante, cuando alguno de los gladiadores es herido o, al caer derrotado, es degollado por el ganador. No entiendo por qué lo hacen. En mi pueblo, a los hombres les gustaba preparar algunas peleas para demostrar su valor y manejo de la espada, pero nunca se daban muerte de verdad. No sé si me gustará este espectáculo tanto como a los romanos.