En nuestro quehacer diario nos encontramos con elementos que, antes de realizarlos, sabemos qué es lo que vamos a conseguir. Por ejemplo, si seguimos al pie de la letra una receta que tengamos para hacer galletas, los resultados siempre van a ser más o menos lo mismo; si llenamos la lavadora con la misma cantidad de ropa y utilizamos la misma cantidad de jabón y el mismo programa, la limpieza de la ropa será similar.
Sin embargo, hay veces que antes de realizar una acción no sabemos que es lo que vamos a obtener. Si salimos de casa con la indicación del hombre del tiempo de que habrá chubascos intermitentes, unas veces volveremos a casa sin haber visto una gota y otras volveremos como una sopa. Si llamamos a un teléfono de información, unas veces lo pillaremos comunicando, otras veces nos atenderán de inmediato o nos pondrán la musiquita desesperante mientras esperamos. Es evidente que antes de realizar la acción no podemos saber con qué nos vamos a encontrar. De estas situaciones son de las que nos vamos a encargar en este apartado.
Imagen de elaboración propia