Siempre que se oyen cuentos sobre gente que hace trampas en el juego se habla de cartas marcadas, monedas o dados trucados, ruletas manipuladas y siempre en la línea de conseguir que los resultados que se esperan que tengan determinada probabilidad se vean alterados. Por ejemplo, todos suponemos que en cualquier moneda, si la lanzamos, tiene las mismas oportunidades de salir cara que cruz. Aunque esa idea nos comienza a cambiar si elegimos otros juegos. Por ejemplo, aunque nuestra mente nos diga lo contrario, todos pensamos que el número 00001 tiene menos posibilidades de salir en la lotería que el número 81782.
Hay por supuesto experimentos en los que los resultados no tienen las mismas posibilidades de salir. Por ejemplo, el día que hará mañana en Málaga es algo que no sabemos, pero no todos los resultados tienen la misma oportunidad de suceder. Si estamos en verano es mucho más probable que haga sol que no que llueva y prácticamente ninguna posibilidad de que nieve. Sin embargo, en este apartado no vamos a estudiar esos experimentos en general sino que vamos a estudiar aquellos en los que todos los resultados tienen la misma oportunidad de suceder.