Cuando uno, en su tierna infancia, comienza a adentrarse en el apasionante mundo de las matemáticas, comienza con las cosas más simples: reconocer los números, contar, ordenar, y llega un momento en que se comienza a operar con esos números. A partir de ahí lo que hacemos es ampliar el número de operaciones que vamos conociendo y aplicando.
A veces nos llaman la atención sobre alguna operación que no es posible realizar. Por ejemplo, a todos nos han dicho alguna vez que no es posible sumar peras y manzanas, aunque si podemos, si el resultado son piezas o kilos de frutas. Podemos pensar que sólo podemos operar con números, pero vamos a ver en este apartado que también es posible operar con otros elementos, en nuestro caso con sucesos.