1. Personajes
Después de trabajar en este primer bloque diferentes aspectos de las artes escénicas, desde sus orígenes hasta oriente; de descubrir diferentes manifestaciones, y de proponeros ejercicios de improvisación, os toca aplicar lo aprendido y crear vuestro propio personaje. ¿Quién sabe si será el protagonista de una obra de teatro de éxito? No es necesario que imagines la trama ni el detalle del contexto. Ni siquiera el género o subgénero en el que se insertará. Comenzaremos por lo más sencillo, ¡para convertirte en guionista de una obra de ficción!
Tu reto consiste en crear un personaje propio. Para ello tienes que elaborar una ficha, utilizando el formato de presentación que desees y añadiendo recursos gráficos, que contenga los siguientes elementos (la web Edit.org te ofrece plantillas diversas):
- Nombre: piénsalo bien antes de decidir un nombre, porque a veces los dramaturgos eligen nombres que contenga un significado o un valor en sí mismo, como hizo Lorca con Yerma o con Bernarda (que significa "con la fuerza de un oso").
- Descripción física significativa: no se trata de describir cada uno de los rasgos de su aspecto, sino de señalar algún aspecto representativo, que puede corresponder con su anatomía o su atuendo.
- Origen familiar y social: sin necesidad de elaborar un contexto complejo, debes indicar qué relación establece tu personaje con su familia y su entorno. Para ello tendrás que establecer su edad y su rol. ¡Recuerda el concepto de rol que has estudiado en los apartados anteriores!
- Objetivo, finalidad, motivación: ¿qué fuerzas impulsan a tu personaje? ¿Cuáles son sus deseos, su voluntad, el motor de sus sentimientos...?
- Relación con los arquetipos de Jung: ¿encajaría tu personaje con alguno de los arquetipos establecidos por Jung? ¿Habría más de un modelo con el que podrías vincularlo?
- Casting: ¿qué actriz o actor reconocidos querrías que hiciera el papel de tu personaje? ¿Quién crees que, por su carácter y su aspecto, cumpliría mejor su función?
Recuerda que, en cualquier momento, puedes recurrir a la situación de aprendizaje para repasar contenidos, aclarar conceptos, consultar ejemplos... ¡Lo que necesites!