Tema 3. Ecuaciones de primer y segundo grado
En nuestra vida cotidiana estamos tan acostumbrados a relacionarnos con los símbolos que los utilizamos sin ser conscientes de ello. Por ejemplo, las señales de tráfico que inundan nuestras calles o la gran variedad de carteles indicadores en comercios o transportes públicos.
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En el super
Un consumidor responsable y bien informado, debe entender la simbología que aparece en los envases y etiquetas de los distintos productos que utiliza.
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Por ejemplo, Alberto acaba de recibir una nueva entrega de artículos para su tienda, y observa cómo con unos cuantos símbolos puede saber el cuidado que necesitan las diferentes prendas.
En las matematicas
El objetivo del lenguaje algebraico tiene el mismo sentido: sustituir por símbolos, elementos de la vida cotidiana. Al relacionar dichos símbolos con cantidades conocidas, obtenemos las expresiones algebraicas.
El camino a recorrer entre el lenguaje cotidiano y el algebraico no es tan complicado como puede parecer. En pocas palabras, consiste en sustituir elementos de diversa índole por símbolos. Ya hemos visto anteriormente que lo hacemos continuamente en la vida diaria.
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Alberto, en su tienda, está haciendo balance del número de calcetines que tiene en exposición. Y ha anotado en su cuaderno lo siguiente: 3 b + 7 n + 5 m, con ello tiene la información de que dispone en ese momento de 3 pares de calcetines blancos, 7 negros y 5 marrones.
De esa forma, con unos pocos símbolos puede tener la información completa. Como veremos más adelante, si sustituimos las letras que aparecen por el precio de cada par de calcetines, puede saber exactamente cuánto puede ganar si los vende todos.
La parte de la matemática que estudia este tipo de expresiones se llama ÁLGEBRA. Como podrás ver en este tema, es una poderosa herramienta para resolver problemas.