Resumen

El siglo XX se despide con una serie de grandes escultores que van desde la figuración hasta los mensajes visuales proyectados en grandes plazas pasando por una reinterpretación de obras del pasado. Robert Gober trabaja con fragmentos de cuerpos, Jenny Holzer utiliza las pantallas publicitarias para difundir sus mensajes de crítica a la sociedad actual, Jeff Koons es el escultor de lo cursi y Fernando Botero prefiere los volúmenes exagerados de figuras femeninas. En España destacarán Miquel Navarro, Cristina Iglesias y Susana Solano que vuelven a trabajar con el hierro, el acero y la madera. Adolfo Schlosser se inclina por los materiales naturales y Manolo Valdés reinterpreta la obra de artistas clásicos como Velázquez.

Jeff Koons junto a varios de sus balloon dogs

Jeff Koons junto a varios de sus balloon dogs

Imagen de Youngeun Song en Pinterest bajo Licencia CC

A comienzos del siglo XXI las propuestas escultóricas se vuelven aún más arriesgadas sin que exista un denominador común salvo la variedad y el asombro. Damien Hirst trabaja con cadáveres de animales que presenta en cubetas llenas de formol, mientras que la obra de Ron Mueck destaca por el hiperrealismo de sus figuras humanas a escala ampliada. Anish Kapoor saltó a la fama por sus esculturas realizadas con pigmentos naturales, y las enormes arañas de Louise Bourgeois pueblan los museos de medio mundo. En España el escultor más valorado es Juan Muñoz con una obra a medio camino entre la figuración y la abstracción. Las instalaciones de Soledad Sevilla están formadas por tramas donde se repiten diversas retículas, y Ana Laura Aláez trabaja con el universo femenino mediante la estética pop y de club. 

La pintura de los ochenta se articula en torno a dos corrientes que guardan muchos elementos en común: el Neoexpresionismo y la Transvanguardia. Amabas corrientes defienden una vuelta la figuración tratada desde una perspectiva primitiva y subjetiva, en cuadros de gran formato donde destacan los colores primarios y la pincelada rápida y gestual. En Alemania destacan artistas como Baselitz, Kiefer y Richter. En Estados Unidos la pintura se mezcla con el lenguaje plástico del grafiti, como podemos observar en la obra de Basquiat, Schnabel y Keith Haring. Y dentro de la Transvanguardia italiana sobresalieron artistas como Enzo Cucchi, Francesco Clemente, Sandro Chia y Niola Da Maria.

En esos años en España se produce un acercamiento a las corrientes internacionales gracias a la proliferación de museos y galerías especializadas en arte contemporáneo. Grandes figuras de esos años son Miquel Barceló, quien trabaja con multitud de técnicas y realiza cuadros, obra gráfica y grandes murales para la catedral de Palma o la sede de la ONU; Luis Gordillo se mueve entre el Pop y el diseño por ordenador; Antonio López es el máximo representante del hiperrealismo, y el realismo lírico tendrá en Eduardo Naranjo, Chema Cobo y Carmen Laffón a sus máximos exponentes.

Cuadro de Miquel Barceló

Un graffiti de Banksy

Cuadro de Miquel Barceló

Imagen de Cecilia Leegstra en Pinterest bajo Licencia CC

Un graffiti de Banksy

Imagen de Neus en Pinterest bajo Licencia CC

Desde Andalucía se produce un movimiento que reivindica la vuelta a la figuración en torno a la revista especializada Figura y sus miembros fundadores, conocidos como el Grupo de Sevilla, con grandes artistas como Pepe Espaliú, Pérez Villalta y Rogelio López Cuenca.

La pintura más actual destaca por la variedad de propuestas y el uso de internet para difundir las obras. Junto a artistas que utilizan técnicas tradicionales como Howard Hodgkin, José Manuel Broto o Lita Cabellut, hay otros que prefieren el vídeo, las proyecciones, las técnicas de creación por ordenador y los hologramas como Tony Oursler o Marina Nuñez. El grafitero más conocido es el británico Banksy, y la ilustración tiene en Paula Bonet y Conrad Roset a sus mejores exponentes.

El arte comienza a acercase a posturas ecologistas con la obra del genuino artista Hundertwasser, defensor a ultranza de la comunión entre arquitectura y naturaleza. Desde entonces son muchos los artistas que quieren concienciar a la población de la necesidad de cuidar el medio ambiente, como Perejaume, Milton Becerra, Richard Long y David Nash. Muy peculiar es la obra de la pareja artística formada por los británicos Tim Noble y Sue Webster, quienes realizan esculturas con materiales de desecho que proyectan formas sugerentes en la pared.

Escultura de Noble y Webster

Escultura de Noble y Webster

Imagen de Sandra Pedraja en Pinterest bajo Licencia CC

Uno de los mayores problemas para la conservación del patrimonio es la postura radical de los extremistas islámicos del denominado Daesh, que especialmente en Irak y Siria están destruyendo y expoliando mezquitas, museos, bibliotecas y hasta ciudades enteras como Hatra, Nínive y Palmira.