2.1 Tecnología
Antes de 2005 el vídeo tenía muy poco protagonismo en internet. Los servicios que había para ver vídeo en la web eran lentos y farragosos, y suponían tener que instalar un software en el ordenador: Windows Media Player, Quicktime, RealVideo… Esto se debía a que la versión de HTML que soportaban los navegadores no contemplaba la inclusión de audio y vídeo sin usar plugins externos, como sí se podía con las imágenes estáticas. Por tanto hubo que parchear de algún modo esta anomalía incorporando tecnologías que se pudieran incrustar como elementos externos en el código de las páginas web.
De estas tecnologías la que más éxito tuvo fue el Flash de Adobe, que hizo posible reproducir vídeo comprimido con una calidad razonable para las velocidades de acceso a internet de la época. Y aparecieron los primeros reproductores de vídeo en Flash que se podían no sólo incrustar en el código de la web sino también ser embebidos en otras webs. En 2005 Youtube incorporó esta tecnología para lanzar una de las primeras plataformas de alojamiento de vídeo en la web gratuita y fácil de visualizar y compartir, y enseguida consiguió la popularidad que ahora la sitúa como uno de los generadores de contenidos y red social más poderosa de internet.
En 2009 nace el que será el nuevo estándar de la web, el HTML5, que incorpora un montón de novedades y que marcará un hito importante también para el desarrollo audiovisual. Por fin podemos integrar vídeo y audio de forma orgánica, como un elemento más del código de la web. Y, lo más importante: es un estándar abierto, no un formato propietario que dependa de los caprichos de su empresa creadora o de las empresas competidoras. Es decir, cualquiera lo puede manipular a conveniencia y está dispuesto a la voluntad de las comunidades creadoras de software libre.
Si lo pensamos bien, esta integración de elementos de imagen en movimiento en la web no es nueva. Si echamos la vista atrás un momento, el formato GIF lo lleva haciendo durante más de dos décadas. Así como el vídeo ha sufrido una gran evolución técnica en este tiempo, el GIF apenas ha mutado técnicamente: sigue siendo el paradigma de la imagen de baja definición en internet. Lo que ha evolucionado ha sido su uso y su capacidad expresiva dentro de la web, de tal forma que ha acabado por superar al vídeo justo en el momento en el que el vídeo se encuentra más maduro y listo para ser el elemento principal de la comunicación digital.
Por su banda Facebook ha empezado a destacar y priorizar los vídeos nativos (posteados directamente) en los muros de sus usuarios reproduciendo, a través de reproductores, Flash o HTML (según las preferencias de nuestro ordenador) vídeos en muchas ocasiones por su brevedad tampoco distinguiremos de los GIFs. El vídeo ligero se ha convertido en el rey de internet, y en esto ha tenido mucho que ver el hecho de que en 2014 más del 50% del vídeo online se consume en el móvil.