Empezar a enterarse de cualquier tema es difícil porque cuesta saber por dónde empezar.
Como soy periodista, creo que me apoyaré en artículos de prensa y en libros. Quizás así me resulte más cómodo acceder al mundo de los científicos.
Hoy me ha hecho reflexionar el siguiente artículo...
Fuente: http://neofronteras.com/?p=301
Nos
sorprende que la idea de muerte de los semejantes no sea compartida por todas
las especies, estamos tan acostumbrados a dar o pedir explicaciones sobre el fallecimiento
de otro individuo de nuestra especie, que nos resultaría extraño la posibilidad
de no poder explicar esta situación.
Reflexión
Explicar lo que sucede... Me recuerda a un fragmento de la novela Los herederos, de William Golding. ¿Qué sucedería si no supiesemos explicar lo que acontece a nuestro alrededor?
“Los matorrales se movieron de nuevo, Lok se quedó quieto junto al árbol, miró y vio enfrente una cabeza y un pecho, algo ocultos. El hombre tenía cosas de hueso blanco sobre los ojos y bajo la boca, de modo que la cara era más larga que la cara de la gente. El hombre se puso de costado en el matorral y miró a Lok por encima del hombro. Un palo se alzó y tenía una protuberancia de hueso en el medio. Lok atisbaba el palo y la protuberancia de hueso y los ojitos en las cosas de hueso sobre la cara. De pronto comprendió que el hombre le tendía el palo, pero ni él ni Lok podían alcanzar el otro lado del río.
Lok se hubiera reído, pero tenía aún en la cabeza el eco de los gritos. El palo se acortó por los dos extremos. Luego fue otra vez como antes.
El árbol muerto habló junto al oído de Lok.-¡Clop!"
Pero, ¿qué se describe en esta escena?
Lo que Golding describe es un encuentro entre un Homo neanderthal, llamado Lok, y un Homo sapiens. Pero el Homo neanderthal no es consciente de que ha sido atacado con una flecha.
Vemos como explica los acontecimientos que lo rodean, pero su descripción no se adecua a la realidad.
¿Por
qué necesitamos explicar lo que nos rodea? y, ¿por qué necesitamos que nuestra
explicación se ajuste a la realidad?
Una
respuesta posible es que el ser humano necesita resolver sus problemas, tanto
fundamentales como circunstanciales. Es parte de su esencia el preguntar y el
buscar las respuestas que resuelvan los problemas.
Todo ello se puede resumir
de la siguiente manera: el ser humano pregunta y busca la verdad.
Es claro que no
se puede contentar con respuestas falsas, pues de hecho no desea que su
conocimiento sea erróneo; busca, en cambio, que su conocimiento sea verdadero y
que le sea útil para afrontar la realidad.
Para saber más
Si quieres saber más sobre porqué necesitamos explicar el mundo que nos rodea quizás esta historia te ayude.
Podemos hacernos una idea
de la angustia de no poder explicar lo que sucede leyendo este fragmento a
propósito de la epidemia de peste del siglo XIV:
“El misterio del contagio era
el más temible de los terrores. La gente se dio cuenta rápidamente de que la
enfermedad se propagaba por el contacto con los enfermos, con sus ropas o sus
cadáveres y también con sus casas. ¿Cómo? y ¿por qué? eran las preguntas claves
que nadie acertaba a responder.”
En la base de la
necesidad de explicar lo que nos rodea está la curiosidad. La curiosidad es
sobre todo un instinto natural; la curiosidad confiere una ventaja de supervivencia a ciertas especies, y se puede encontrar en la genética.
La
curiosidad está unida al reconocimiento y persecución de experiencias nuevas y
que supongan un reto.
Hay una
frase de san Agustín que dice: “Cuándo aprenderán maestros y discípulos, que se
aprende más por la libre curiosidad que por la obligación y amenaza”.
Por ello,
te invitaremos en todos los temas a participar de alguna curiosidad relacionada con aquello que estemos trabajando.
Para
empezar, sólo te ofreceremos una frase curiosa:
El
aburrimiento se cura con curiosidad. La curiosidad no se cura con nada.