4. Fonética y léxico

En este tema hemos empezado a conocer el ejército romano, la gran maquinaria de guerra que hizo posible, primero, las numerosas conquistas de Roma y, después, la protección y conservación de su gran Imperio. En esta sección conoceremos mejor el vocabulario relacionado con las armas y tipos de soldados. Incluiremos también algunas frases y expresiones latinas interesantes y curiosas.

 

Curiosidad

La guardia pretoriana

 

Hemos hablado en varias ocasiones de la guardia pretoriana a partir de la época de Augusto y la importancia que tuvo en muchas ocasiones para la elección de los emperadores. Pero, ¿qué era la guardia pretoriana? Hagamos un poco de historia.

Desde los primeros tiempos de la República cada cónsul contaba con doce lictores que hacían las veces de guardia personal. Los lictores portaban los faces (varas con hachas entrecruzadas) que simbolizaban el poder de los cónsules. Cuando esta guardia se veía insuficiente se recurría a los extraordinarii, que eran soldados de infantería y caballería elegidos de entre los aliados y que se encargaban de misiones especiales.

Fue Escipión Emiliano el que organizó una guardia personal a la que denominó guardia pretoriana; este nombre deriva de praetorium que era la zona del campamento donde se colocaba la tienda del general. Ya al final de la República cada general poseía su propia cohorte pretoriana.

Se considera a Augusto el fundador de la guardia pretoriana porque unificó a todos los soldados pretorianos en una guardia especial destinada a la protección de su persona. Aumentó el número a nueve cohortes (unos 4.500 soldados), de las que tres permanecían en Roma y estaban bajo su mando; las demás estaban en poblaciones situadas alrededor de Roma. En el año 2 a.C. designó a dos comandantes de los pretorianos a los que llamó prefectos del pretorio (praefecti praetorio) que después se redujeron a uno. Los pretorianos fueron trasladados todos dentro de Roma en los 25 años siguientes.

El poder de la guardia pretoriana y, en especial, del prefecto del pretorio fue aumentando progresivamente con los emperadores que sucedieron a Augusto y se demostró en varias ocasiones, por ejemplo, en el complot contra Calígula, en cuyo asesinato participó directamente un grupo de pretorianos. Volvieron a ser decisivos en la elección de su tío Claudio como emperador porque fueron los pretorianos los que lo aclamaron como tal al encontrarlo escondido en palacio. También participaron en el asesinato de Nerón. Finalmente, tras la muerte de Nerón, contribuyeron a deponer a Galba en favor de Otón y, cuando éste cayó, Vitelio disolvió la guardia pretoriana para crear su propia guardia compuesta por sus legionarios.

El emperador Vespasiano volvió a restablecer la guardia original pero redujo sus efectivos a nueve cohortes. Su hijo Domiciano elevó el número diez cohortes y así permaneció hasta que Constantino la disolvió definitivamente en el año 312 d.C.

(Información parcialmente tomada de: Connolly, Peter: Las legiones romanas. Espasa Calpe S.A. Madrid, 1986)