Historia inicial

 

Luis y Helvia son dos buenos amigos que se conocen desde siempre. Han vivido en el mismo pueblo, estudiaron en el mismo colegio, en el mismo instituto y en la misma facultad. Hasta hace muy poco tiempo, cuando Helvia tenía un problema, quería charlar o simplemente quedar con su amigo Luis, iba hasta su casa y ya está. Así la comunicación entre ellos era bastante fácil. Ahora las cosas han cambiado para ellos:

Luis ha sido contratado en Pekín por una empresa que se dedica a exportar productos fundamentalmente a Europa. Su trabajo consiste en traducir al español manuales de instrucciones de los objetos que las necesitan. La verdad es que está encantado escribiendo en español los folletos de miles de artilugios que luego compraremos aquí, en nuestro país. Bueno, a veces no es tan fácil conseguir que esas traducciones tengan sentido en nuestra lengua, es decir, que sean coherentes.

Helvia, por su parte, consiguió una plaza de profesora visitante en New York y enseña español a alumnos de secundaria. A ella le parece maravilloso poder compartir su lengua con un montón de jóvenes norteamericanos.

En otros tiempos (la verdad es que no hace tanto), cuánto hubieran tardado en llegar las cartas que Luis escribiera a Helvia describiéndole su visita a la Plaza de Tian Na Men o el trabajo que le costó traducir el manual de instrucciones de un juguete cualquiera. El sueldo de Helvia no habría sido suficiente para hacer una llamada a Luis con la intención de quejarse de las veces que les repite a los alumnos que la presentación de un texto escrito es muy importante, que resumir un texto consiste en contar lo mismo pero con menos palabras...
Pero eso pasó a la historia, porque los miles de kilómetros de distancia que los separan no son nada gracias a las nuevas tecnologías, así que ahora se ven en la red. Quedan a menudo para chatear y se escriben cartas, pero electrónicas. A la familia de vez en cuando le envían una postal para que puedan contemplar los maravillosos lugares que visitan.
¿Nos dejará Luis algún día que leamos el diario personal que está escribiendo? No quiere olvidar ni un solo detalle, son muchas las vivencias para recordar.
Para darnos envidia Luis nos ha enviado una foto que hizo de la Gran Muralla y Helvia una postal muy típica:
Estatura de la libertad en Nueva York

Imagen de Harasmode en Wikimedia Commons. Licencia CC.
Chico haciendo foto a la muralla china

Imagen de Alejandro berger en Wikipedia Commons. Licencia CC
Nada más llegar a Pekín Luis ha escrito un correo electrónico a Helvia para contarle cómo le va. ¿Quieres saber qué le ha dicho? Pincha aquí y podrás enterarte. Si te interesa conocer lo que Helvia le ha contestado, pincha aquí.
Tú también vas a emprender un viaje. Vas a adentrarte en el mundo de la lengua y la literatura y vas a conocer muchas cosas nuevas al mismo tiempo que aprenderás a comunicarte mucho mejor. Pero ya está bien de palabras. ¡Vamos a pasar a la acción! ¡Empezamos!