2.5. Alimentación e hidratación después del ejercicio

Lo más importante una vez finalizada la actividad física es recuperar el organismo y aportarle los nutrientes y líquidos que haya perdido.

Si el ejercicio ha sido muy extenuante por su duración e intensidad, una vez finalizado este se recomienda: durante los primeros 30 minutos se debe aportar líquido con HC de rápida o moderada absorción (el equivalente a 1 litro de agua y minerales con HC); a medida que se recupere el apetito, se puede incorporar algún alimento sólido rico en HC hasta que, aproximadamente a la hora y media de haber finalizado el ejercicio, se pueda realizar una comida completa rica en HC (200-250 g de pasta, legumbres con arroz, etc.).

La cantidad de líquido que hay que beber después del ejercicio debe ser el equivalente al 100-150% del peso perdido durante la sesión de entrenamiento, competición, etc. (si se ha perdido 1 kg de peso, beber de 1 a 1,5 l). Beber fundamentalmente agua y sodio, en función del tipo de esfuerzo y el gasto de glucosa-glucógeno con aporte de HC.

A la finalización del ejercicio se puede comprobar el grado de deshidratación que se ha producido en el deportista por la cantidad y el color de su orina (es síntoma de deshidratación generar poca cantidad de orina y de color oscuro).