GRACIAS A LOS GRIEGOS SOMOS QUIENES SOMOS
Hay un momento en el que los antiguos griegos irrumpen con ímpetu en la vida de las personas. A unas les sucede en la infancia, a otras en la etapa estudiantil y a otras en la madurez o incluso en la vejez avanzada. Como los causantes de todas las grandes conmociones, ellos poseen la capacidad para turbar a cualquier edad […] Mucho se ha hablado de lo que irradiaron los griegos a la literatura mundial, comenzando por los latinos y siguiendo por Dante Shakespeare, Goethe, hasta llegar a Hölderlin, Hauptmann, O'Neill, T.S. Elliot, Sartre, etc. Con razón se ha especulado acerca de si habría llegado a existir el infierno de Dante y, en caso afirmativo, cómo habría sido concebido sin el modelo griego precursor. Cómo sería Hamlet sin Orestes, los aquelarres de las brujas sin los himnos de las Erinias, las manchas de sangre sobre las manos de Lady Macbeth sin las de Clitemnestra, las conciencias atormentadas, el sueño perturbado o plagado de ensoñaciones inquietantes, los candelabros nocturnos en los corredores de los palacios-fortaleza donde el crimen está siendo perpetrado o acaba de ser cometido, etc. etc. etc.
Ismail Kadaré, Esquilo, el gran perdedor
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