3.4. Objetos surrealistas
Curiosidad
"Un día recibí un presente de mi excelente amigo Jean-Michel Franck, el decorador: dos sillas del más puro estilo 1900. Inmediatamente transformé una de ellas de la manera siguiente. Cambié su asiento de cuero por otro de chocolate; luego hice atornillar un tirador de puerta Luis XV, de oro, a una de las patas, alargándola así y dando a la silla una gran inclinación hacia la derecha y un equilibrio inestable calculado de modo que bastaba caminar pesadamente o dar un portazo para que se cayese la silla. Una de sus patas debía estar siempre metida en un vaso de cerveza, que se vertía cada vez que era derribada la silla. A esta silla terriblemente incómoda, que producía un profundo malestar en todos los que la veían, la llamaba "silla atmosférica". Y a ver: ¿qué significa esto?..."
"...El objeto surrealista es un objeto absolutamente inútil desde el punto de vista práctico y racional, creado únicamente con el fin de materializar de modo fetichista, con el máximo de realidad tangible, ideas y fantasías de carácter delirante".
Fragmento extraído del libro de 1942: Vida secreta de Salvador Dalí, por Salvador Dalí.
Objetos surrealistas
Son ensamblajes de piezas que han sido creadas para otras funciones. Están en cierta forma emparentados con los poemas-objetos. No tienen que tener función alguna, incluso puede que no sean estéticas. Las creadas por los artistas del movimiento Dadá no tienen ningún significado, más allá del que el espectador le quiera dar. Los títulos son igualmente surrealistas o delirantes.
Algunas han sido creadas con componentes orgánicos que no resisten al paso del tiempo y se pudren o se estropean, por lo que no han trascendido más que fotografías. Algunos artistas han sustituido en las composiciones estas piezas orgánicas por imitaciones de plástico o de otros materiales. Por ejemplo en el "Busto retrospectivo de mujer" de Dalí se ha utilizado una barra de pan, unas mazorcas de maíz y unos insectos, que en la idea original podrían ser reales, pero están hechos de materiales perdurables.
Busto retrospectivo de mujer, Salvador Dalí.
Imagen de aromano en Flickr. Licencia CC
El objeto surrealista no tiene que ser necesariamente de bulto redondo, puede ser también una instalación, o acumulación, incluso puede tener un significado, como la habitación que es la cara de Mae West creada por Salvador Dalí. Esta habitación del Teatro Museo Dalí de Figueras se basa en un cuadro del mismo pintor realizada entre 1934 y 1935, titulado: "Retrato de Mae West que puede utilizarse como apartamento surrealista", está pintado en gouache sobre papel periódico, mide 31 x 17 cm y se conserva en el Instituto de Arte de Chicago. La habitación fue construida en 1972. El sillón con forma de labios se ha convertido en un objeto de diseño que se vende en tiendas de muebles. Es curioso como desde el absurdo de la idea surrealista se ha llegado hasta convertirse en un objeto de uso cotidiano.
Museo Salvador Dalí
Imagen de mrsm11 en Flickr. Licencia CC
Otra posibilidad dentro del objeto surrealista es la transformación de un objeto de culto artístico en otro con distinta función por medio del absurdo. Como la Venus de Milo con cajones ideada por Salvador Dalí.

En otros casos son los objetos cotidianos lo que se manipulan como en "Plato, taza y cucharilla forrados con piel" de Meret Oppenheim. Este autor busca la creación del objeto surrealista a partir de las texturas y de las sensaciones táctiles de la función del objeto. Convierte al objeto útil en algo imposible de usar, al mismo tiempo, convierte algo frío e industrial en algo relacionado con la vida. Es un juego de contrarios.
El Palacio a las 4 de la mañana (1932-33. 63'5 x 71 x 40 cm. Museo de Arte Moderno de N. York), es de Alberto Giacometti y ya no se trata de un "Objet Trouvé" transformado, sino que es una escultura propiamente dicha que se vuelve surrealista por el uso de las formas biomórficas, la desproporción y el uso que hace de la palabra en el título de la obra.