Programación de Lengua castellana y Literatura I
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1º de Bachillerato
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Lengua Castellana y Literatura I
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Programación
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"Las programaciones didácticas son instrumentos específicos de planificación, desarrollo y evaluación de cada ámbito, materia o módulo del currículo establecido por la normativa vigente. Se atendrán a los criterios generales recogidos en el proyecto funcional y tendrán en cuenta las necesidades y características del alumnado. Serán elaboradas por los departamentos de coordinación didáctica, de acuerdo con las directrices de las áreas de competencias, se aprobarán por el Claustro de Profesorado y formarán parte integral del proyecto funcional. Asimismo, se podrán actualizar o modificar, en su caso, tras los procesos de autoevaluación a que se refiere el artículo 9" (Orden del 21 de julio de 2012).
Las referencias legales que se han tenido en cuenta para elaborar la programación son:
Ley 17/2007, de 10 de diciembre, de Educación de Andalucía (en adelante LEA).
Decreto 182/2020, de 10 de noviembre, por el que se modifica el Decreto 111/2016, de 14 de junio, por el que se establece la ordenación y el currículo de la Educación Secundaria Obligatoria en la Comunidad Autónoma de Andalucía.
Orden de 15 de enero de 2021, por la que se desarrolla el currículo correspondiente a la etapa de Educación Secundaria Obligatoria en la Comunidad Autónoma de Andalucía, se regulan determinados aspectos de la atención a la diversidad, se establece la ordenación de la evaluación del proceso de aprendizaje del alumnado y se determina el proceso de tránsito entre distintas etapas educativas.
Lengua Castellana y Literatura es una materia troncal general en la que los elementos curriculares se vinculan de forma creciente en las distintas etapas. En Bachillerato profundiza en los conocimientos y destrezas adquiridos en la Educación Secundaria Obligatoria y marca el inicio de una formación científica con la que el alumnado debe alcanzar una madurez intelectual y humana y unos conocimientos y habilidades que le permitan incorporarse a la vida activa con responsabilidad y competencia, o acceder a la educación superior.
De acuerdo con lo establecido en el artículo 18 del Decreto 110/2016, de 14 de junio, la superación de esta materia de segundo curso de Bachillerato estará condicionada a la superación de la correspondiente materia de primer curso por implicar continuidad.
La materia de Lengua en la enseñanza a distancia:
La docencia de una materia instrumental, como es Lengua Castellana y Literatura I, en la que adquieren una importancia vital las competencias comunicativas (oral, lectora, discursiva), plantea la cuestión de cómo se engasta su estudio con el sistema de la educación a distancia, caracterizado por el trabajo independiente y autónomo.
Esta circunstancia exige una metodología particular, en la que, por la naturaleza del medio, el canal de comunicación adquiere una importancia vital y se convierte en:
- Una herramienta útil de comunicación pragmática con el alumno.
- Un proceso evaluable en sí mismo.
Esto convierte a la Lengua estudiada a distancia en una materia singular. Los contenidos (el equivalente al "libro de texto" tradicional) no pueden ya ser el andamio fundamental en el proceso de aprendizaje. Abordar el estudio y la consecución de competencias lingüísticas a través de este sistema entraña cambios en la metodología como:
- Estrategias para promover la interactividad comunicativa.
- La provisión de tareas motivadoras y eficaces.
- Variedad de estímulos comunicativos: foros, actividades colaborativas, videoconferencia...
- Ajuste de las actividades y tareas al entorno comunicativo real del alumno: medios de comunicación, textos de la vida diaria, etc.
- Apoyo en las destrezas auditivas y en el uso de la lengua oral, utilizando los medios tecnológicos necesarios.
- Posibilidad, siempre que sea posible, de una autoevaluación objetiva del propio aprendizaje.
En definitiva, desde la materia de Lengua estimamos que la consecución de estos objetivos depende de un buen diagnóstico previo de las posibilidades del medio, de una planificación adecuada de las dificultades y de la presencia de recursos y métodos tendentes a paliar los procesos que el sistema a distancia no permite y, al mismo tiempo, potenciar aquellos que en esta modalidad son una ventaja.