2.1. Poder aprender (estabilidad emocional y entorno facilitador)

Poder aprender

Figura 1. Poder aprender.
Imagen de elaboración propia

El deportista de alto nivel posee unas cualidades extraordinarias para asimilar aprendizajes deportivos, tanto de ejecuciones técnicas como a nivel físico o táctico. Las habilidades psicológicas también son susceptibles de ser aprendidas, así como de entrenarlas, mejorarlas y mantenerlas. Gran parte de esta capacidad la otorga el talento deportivo que viene determinado por la disposición superior interna del deportista para someterse a un programa específico y conseguir éxitos deportivos.

Estos deportistas disponen de requisitos físicos y psicológicos para alcanzar un rendimiento extraordinario en el deporte que practican. No obstante, la estabilidad emocional del deportista debe ser cuidada, puesto que fluctúa a lo largo del tiempo con los acontecimientos vitales que este soporta. Además, el deportista de alto nivel necesita un entorno facilitador de su potencial deportivo, puesto que se expone públicamente y debe rendir eficazmente, y a veces luchando con los avatares del acontecer diario. En definitiva, para poder aprender se necesita estabilidad emocional y un entorno inmediato facilitador, o al menos que no interfiera en el rendimiento. Este aspecto de poder aprender se trató ya con mayor detenimiento en el Tema 1.1 y se volverá a tratar en el Tema 2.1, y conforma el primer escalón de la pirámide siguiendo el modelo propuesto por el psicólogo del deporte Pep Marí (Marí, 2011), en su obra Aprender de los campeones. Igualmente, la estabilidad emocional y un entorno inmediato facilitador se trataron ya con mayor profundidad en el Tema 1.2.