1.1. Nuevos elementos y nuevos espacios

Durante el Barroco el urbanismo juega un papel especial. No solo importan los edificios, sino también como se presentan los mismos y cuáles son los puntos de vista desde los que los podemos observar. Es un aspecto nuevo, porque, aunque Leonardo hubiese escrito un tratado de urbanismo, las ciudades europeas van a conocer un gran auge y, en menos de cien años, varias ciudades sobrepasarán el medio millón de personas (Londres pasa de cien mil a quinientos mil, parís sobrepasará los seiscientos mil, roma alcanzará el cuarto de millón, Sevilla  descendió a los setecientos mil…) lo que hará que se planteen con urgencia los problemas de la gestión de los espacios (urbanismo).

Podemos decir que en este momento nace la arquitectura urbana con la construcción del la Plaza del Vaticano, un escenario sorprendente. En el plan constructivo que llevó a cabo Sixto V de la mano de Domenico Fontana,  se abrieron calles anchas y rectas que finalizaban en un gran edificio.  Pensad en la Plaza del Vaticano: encontramos una plaza elíptica, y otra trapezoidal  para simbolizar el abrazo de la cristiandad a todos los fieles; el efecto es impresionante pues se produce un contraste entre la columnata toscana, lo vertical de  las columnas y el arquitrabe. La construcción, datada en 1656,  fue obra de Bernini y podemos decir que se corona con el gran obelisco central, al parecer, procedente de Alejandría. Un escenario perfectamente estudiado para recibir la bendición del Papa desde el balcón. Un escenario para la liturgia entendida casi como dramaturgia: representaciones que conmueven al fiel.

Como decimos, la arquitectura se rodea de un inventario de curvas y formas enrevesadas: elipses, parábolas, hipérbolas, hélices, etc. sustituyen al arco de medio punto del Renacimiento. Las columnas se transforman en columnas salomónicas y los frontones se vuelven curvos y mixtilíneos. Por supuesto, las plantas y las cúpulas también cambian; las primeras se convierten en plantas elípticas, circulares, mixtas; las segundas seguirán iguales por fuera, en el interior asistimos a unas formas imaginativas y originales. 

Columna salomónica.
Imagen en Wikipedia. Dominio público

Para saber más

La palabra estípite proviene del latín stipes, que quiere decir palo hincado en la tierra. Es una pilastra invertida que suele funciones de soporte y muchas veces tiene forma de hombre. Los estípites fueron muy utilizados durante el Barroco, sobre todo, en el siglo XVIII cuando comienzan a utilizarse formas cada vez más complejas. 

Estípite

Estípite. 
Imagen en Wikipedia. Licencia CC.

Importante

  • Durante el Barroco el urbanismo juega un papel especial.
  • Nace la arquitectura urbana con la construcción del la Plaza del Vaticano.
  • La arquitectura se rodea de un inventario de curvas y formas enrevesadas: elipses, parábolas, hipérbolas, hélices. 
  • Plantas cambiantes, cúpulas imaginativas, estípites y columnas solomónicas

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La arquitectura se rodea de un inventario de  y formas enrevesadas: elipses, parábolas, hipérbolas, hélices, etc. sustituyen al arco de medio punto del Renacimiento. Las columnas se transforman en columnas  y los frontones se vuelven curvos y . Por supuesto, las plantas y las también cambian; las primeras se convierten en plantas , circulares, mixtas; las segundas seguirán iguales por fuera, en el interior asistimos a unas formas imaginativas y originales. 

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