4.3. Castilla
La escuela castellana es quizás más patética que la andaluza, pero a la vez más contenida. Como hemos señalado, en la policromía de las imágenes se dejó de usar el estofado con la finalidad de ceñirse más a la realidad. Fue Gregorio Fernández (1576-1636) el escultor más notable de la escuela y establecerá el centro de la misma en Valladolid, ciudad que se convirtió a principios del siglo XVII en la capital de España (Felipe III). Las obras de Gregorio Fernández se caracterizan por ser muy fieles al natural y por un delicado sentido del dolor humano, pero que no impide la eclosión de la belleza. Se aprecia en su obra una evolución que partiendo de la contención acaba por manifestar una gran teatralidad y un naturalismo que a veces puede parecer exagerado. Lógicamente, sus temas son religiosos. Hemos hablado de la Magdalena penitente (imagen que permitía expresar una gran variedad de sentimientos: dolor, penitencia, arrepentimiento, etc.); pero Cristo yacente (que se convertirá en uno de los temas predilectos de la escuela castellana), las inmaculadas y, en general, las imágenes relativas a la pasión de Cristo son características de Gregorio Fernández y de la escuela castellana.
Simplificará algunos elementos (el entierro de Cristo), pero a la vez los transformará para buscar nuevos efectos de dramatismo (claroscuro). En la serie de cristos yacentes se puede apreciar la evolución de Gregorio Fernández: el los primeros acentúan menos la carne dolorida, mientras que, por ejemplo, el Cristo yacente de la iglesia de San Miguel y san Julián (Valladolid), obra de 1634, muestra el naturalismo del que hemos hablado anteriormente.
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Cristo yacente, Gregorio Fernández. |
Importante
- La escuela castellana es más patética que la andaluza.
- Gregorio Fernández es el escultor más notable de la escuela que destaca por sus sentido delicado del dolor.
- Destacan Cristo Yacente y Magdalena Penitente.
Reflexiona
¿Qué distingue a la escuela andaluza de la castellana?