2.3. Andalucía

Hablar de la arquitectura barroca en Andalucía es prácticamente inabarcable, pues hay una gran cantidad de edificios y elementos añadidos que responden a la categoría que solemos llamar «barroco». Sin duda, en el aspecto urbanístico es más discutible la presencia del barroco en Andalucía, porque la mayor parte de las ciudades y pueblos conservarán hasta bien entrado el siglo XIX su aspecto tardomedieval—calles estrechas, callejuelas, corredores…—. Esto puede apreciarse, por ejemplo, en Sevilla en la que solo la invasión napoleónica transformará el espacio abriendo plazas y ensanchando algunas calles. Pero en la edificación—desde las plazas a los miradores y las torres—la presencia del barroco es realmente apabullante.

Como característica general del barroco andaluz—piénsese en la Sacristía de la Cartuja de Granada o en la Capilla de San José en Sevilla—puede hablarse de un predominio de los elementos decorativos. Ciertamente, puede notarse alguna influencia del barroco italiano en las plantas; pero, en general, la concepción de los edificios religiosos sigue la tradición de las plantas de cajón, que aparecerán como barrocas por su decoración. Claro que hay excepciones; piénsese en la iglesia de San Luis de los Franceses, en Sevilla, cuyo diseño responde claramente a rasgos italianos propiamente romanos (cúpula que se abra a una planta de cruz griega en exedra, que recuerda a Santa Inés, en Roma).

Interior San Luis de los Franceses

Interior San Luis de los Franceses.
Imagen en Wikipedia. Licencia CC.

Realizar una enumeración de edificios podría resultar a estas alturas desconcertante, pues nos perderíamos con facilidad. Hablemos, pues, de algunos de los mejores representantes del barroco andaluz. Leonardo de Figueroa (Utiel, Valencia, hacia 1654 – Sevilla 1730) participó en numerosas obras: Hospital de la Caridad, Hospital de los Venerables, Palacio de San Telmo, San Luis de los Franceses, Colegial de El Salvador… todas ellas en Sevilla. Sus obras se caracterizan por el uso de diversos materiales, la integración de elementos de diversa procedencia (plateresco) y por la abundancia de decoración.

El gigantismo lo encontramos en Alonso Cano (Granada 1601 – 1667), al que se debe la fachada de la Catedral de Granada; este arquitecto usa también abundante decoración que, como hemos dicho, parece ser una de las características del barroco andaluz.

Por último, citemos al cordobés Francisco Izquierdo (Lucena 1669 – Priego de Córdoba 1725), cuya vida fue bastante agitada (se le llegó a acusar incluso del asesinato de su mujer). A él se debe, al menos el diseño, de la Sacristía de La Cartuja de Granada en la que se funden en una sola obra la arquitectura, la escultura y la pintura. En sus obras el movimiento es fundamental y la abundancia de la decoración es llevada a su extremo. El exceso de decoración de la Sacristía es quizás sólo comparable con la Capilla de San José, pero ésta fue diseñada por el gremio de carpinteros lo que explica tal vez ese exceso.

Hospital de la Caridad Palacio de San Telmo

Hospital de la Caridad.
Imagen en Wikipedia. Licencia CC.

Palacio de San Telmo
Imagen de Wikipedia. Licencia CC.

Importante

  • La arquitectura barroca en Andalucía es inabarcable
  • En Andalucía predominan los elementos decorativos y las plantas de cajón
  • En Sevilla destaca la figura de Leonardo de Figueroa que realiza el Palacio de San Telmo, San Luis de los Franceses y el Hospital de los Venerables. 
  • En Granada llama la atención la portada de la Catedral de Alonso Cano y la Sacristía de la Cartuja de Granada de Francisco Izquierdo. 

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Hablar de la arquitectura barroca en Andalucía es prácticamente pues hay una gran cantidad de edificios y elementos añadidos que responden a la categoría que solemos llamar «barroco». Sin duda, en el aspecto urbanístico es más discutible la presencia del barroco en Andalucía, porque la mayor parte de las ciudades y pueblos conservarán hasta bien entrado el siglo XIX su aspecto tardomedieval—calles estrechas, callejuelas, corredores…—. 

Como característica general del barroco andaluz—piénsese en la Sacristía de la Cartuja de Granada o en la Capilla de San José en Sevilla—puede hablarse de un predominio de los . Ciertamente, puede notarse alguna influencia del barroco italiano en las plantas; pero, en general, la concepción de los edificios religiosos sigue la tradición de las  , que aparecerán como barrocas por su decoración.

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