3.1. Técnicas y cambios estéticos

Como venimos diciendo unos de los rasgos característicos de la escultura barroca es el naturalismo, encontramos figuras en momentos de dolor y alegría, con la expresión de los sentimientos en el momento álgido. Se busca provocar ese sentimiento en los espectadores.

Debido a la variedad geográfica de este estilo y de su dilatación en el tiempo resulta difícil establecer una serie de características generales de la escultura barroca, pues como irás viendo a lo largo del tema, la realidad sociocultural española difiere de la francesa y la italiana, pero aún así es posible determinar una serie de rasgos generales de la escultura de los siglos XVII y primera mitad del XVIII:

  • Movimiento exaltado cargado de desequilibrio, tensión, fastuosidad y expresión de los sentimientos.  Se rompe el equilibrio clásico anterior y se prefieren las composiciones dinámicas llenas de escorzos, diagonales y espirales.
  • Junto al naturalismo aparece un realismo desgarrado especialmente en la escultura religiosa española. Se representa lo bello de la naturaleza pero también su lado menos amable, y seremos testigos del dolor y el sufrimiento.
  • Convivencia de temas religiosos impulsados por la Contrarreforma con temas profanos y mitológicos al servicio de las monarquías. Se representa el desnudo bajo un punto de vista más realista y detallista, y veremos figuras con algunos kilos de más e incluso con defectos físicos.
  • Gusto por los efectos escenográficos mediante el fuerte contraste de luces y sombras, así como de distintos materiales en la misma obra. La piedra, el bronce, los mármoles de colores combinados con estucos y maderas policromadas crearán interesantísimos efectos visuales.
  • La escultura sale a la calle y se vuelve urbana. Además de servir para completar y decorar espacios interiores, se diseñarán complejos programas iconográficos destinados a los fabulosos jardines palaciegos y las recién estrenadas plazas públicas y sus maravillosas fuentes.
  • Se plasman efectos y texturas más propias de la pintura, como es el caso de las nubes, los distintos tipos de tejidos de las vestimentas, cortezas y hojas de árboles, etc. 

Los materiales y temas no sufren muchos cambios con respecto al Renacimiento, eso sí, como veremos más adelante, en nuestro país se da una tendencia totalmente diferente al resto de la escultura europea. Los materiales más utilizados son nobles: mármol y bronce; los temas: mitológicos, religiosos, alegorías y retratos. 

Verdad al descubierto por el tiempo Santa Cecilia

Verdad al descubierto por el tiempo, Bernini.
Imagen en Wikipedia. Licencia CC.

Santa Cecilia, Stefano Maderno. 
Imagen en Wikipedia. Licencia CC.

Importante

  • Uno de los rasgos más característicos de la escultura barroca es el naturalismo.
  • La expresión de los sentimientos se expresa para provocar ese sentimiento en los espectadores. 
  • El movimiento es otro de los aspectos caves.
  • Los materiales y temas no sufren muchos cambios con respecto al Renacimiento.
  • En nuestro país se da una tendencia opuesta

Reflexiona

Observa esta escultura de Bernini llamada Apolo y Dafne, ¿por qué la consideramos barroca?

Apolo y Dafne

Apolo y Dafne, Bernini.
Imagen en Wikipedia. Licencia CC.

El retablo barroco

Retablo churrigueresco

José de Churriguera, Retablo de San Esteban, Salamanca
Imagen en Wikipedia. Licencia CC

Sin duda, los retablos son la creación escultórica por excelencia de todo el Barroco mundial, y donde se funden a la perfección todas las artes para crear esa pieza de arte total tan del gusto de la época. Su nombre proviene del latín, retro tabulum, que significa tabla que se coloca detrás, y es que ya en la antigüedad existía la costumbre de colocar imágenes de las divinidades en los altares. Con el paso del tiempo los altares se llenaron de los utensilios propios para la celebración de las misas, por lo que fue necesario establecer una especie de mueble que sirviera para organizar las misas a la vez que enseñara al pueblo a través de imágenes los misterios de la fe, surgiendo así los retablos que durante el barroco conocen su momento de máximo esplendor.  

Ya existían retablos anteriormente, pero durante los siglos XVII y XVIII se van a engrandecer sus medidas, pasando a ocupar toda la cabecera de las iglesias, así como su número, pues además del altar mayor casi todas las capillas laterales contarán con un retablo, y veremos que la pintura, la escultura y las artes decorativas se funden para crear los más impresionantes y deslumbrantes conjuntos iconográficos de la historia. A veces incluso el diseño arquitectónico de la iglesia se verá condicionado al retablo que se piensa colocar en su interior. Será en España donde el retablo alcance cotas de originalidad y calidad inigualables, configurándose como una de las muestras artísticas más genuinas y características de nuestra cultura. 

Realizados con los más variados materiales, en esta época lo usual era que aparecieran varios materiales en la misma obra. Así lo normal era que el alabastro, el mármol e incluso la piedra se mezclaran con partes hechas en madera, vidrio, piedras preciosas y estucos, además de que paneles de madera y lienzos se mezclaran con esculturas y relieves. En España proliferarán los retablos realizados en madera que posteriormente se doran con láminas de pan de oro. Casi todos los escultores imagineros barrocos realizaron célebres retablos por toda la geografía, destacando  los hermanos Churriguera con un estilo muy personal y la presencia de columnas salomónicas al estilo del Baldaquino de Bernini.

Recuerda la estructura de un retablo que ya has estudiado en unidades anteriores: se divide en pisos horizontales llamados cuerpos separados unos de otros por molduras, y se organiza en franjas verticales llamadas calles, separadas unas de otras por pilastras o columnas. Los retablos se completan con esculturas y pinturas sobre la vida de la persona a la que va dedicado el mismo, normalmente la Virgen, Jesucristo o demás santos y mártires de las Sagradas Escrituras. En el Barroco aparecen nuevas tipologías de retablos, como los retablos con camarín, una especie de pequeño habitáculo con la imagen escultórica de la persona a la que va dedicado el retablo; los retablos exentos que dejan un espacio en la parte posterior a modo de girola para que se pueda deambular y recorrerlo en su totalidad; los retablos con relicario que alberga las reliquias del santo, y los transparentes, cuya pared trasera está realizada en vidrios de colores que dejan pasar la luz, siendo el más famoso el Transparente de la catedral de Toledo, obra de Narciso Tomé. 

 

Narciso Tomé, Transparente de la catedral de Toledo

Vista lateral del Transparente

Narciso Tomé, Transparente de la catedral de Toledo
Imagen en Wikipedia. Licencia GNU

Vista lateral del Transparente
Imagen en Wikipedia. Dominio público

Para saber más

Efectismo y teatralidad en los retablos barrocos

Ir a una misa en el siglo XVII era como ir al cine a ver una película en 3D: puro espectáculo y magia. Y es que los retablos hasta bien entrado el siglo XVIII estaban dotados de toda una suerte de trucos y recursos propios de la escenografía teatral para dejar atónitos a los fieles. Uno de esos trucos consistía en iluminar con espejos, tragaluces y focos de luces ocultas las partes centrales de los retablos desde atrás, de forma que los camarines y reliquias quedaran iluminadas a contraluz, dotando al conjunto  de un aspecto totalmente irreal, como de verdaderas apariciones místicas. Es la técnica que se usaba en los retablos denominados Transparentes, como el de la Catedral de Toledo, León y El Escorial. Otra técnica era la de usar telones pintados que subían y bajaban mediante un juego de poleas y dejaban ver las partes más sagradas del retablo. Si a esto le sumas que el resto de la iglesia permanecía en la más absoluta oscuridad, que la parte que asomaba tras el telón estaba profundamente iluminada y que sonaban cánticos religiosos a golpe de órgano, el misterio y la emoción estaban aseguradas. Pero es que en otros retablos los elementos se mueven mecánicamente, y que  los cuadros laterales giraban 180 grados para dejar ver otros elementos hasta entonces ocultos, como es el caso del Retablos de la iglesia de San Justo y Pastor en Granada,  y que se usaban filtros para cambiar la tonalidad de las luces, además de trampantojos que confundían el espacio real con el imaginado, hay que admitir que los retablos eran puro espectáculo y que cumplían a la perfección su función de enseñanza y conmovedora. 

Vamos a hacer un recorrido por las principales escuelas barrocas de escultura, dejando Italia y al gran Bernini para más adelante en un epígrafe dedicado en exclusividad al gran genio italiano.

Francia

Nuestro país vecino se convierte en la primera potencia europea a finales del siglo XVII, y el arte será un claro instrumento de propaganda del régimen absolutista monárquico. Se trata pues de un arte eminentemente palaciego al servicio de la monarquía, lo que se traduce en un barroco más clásico donde abundan los temas mitológicos y los retratos de los monarcas Luis XV y Luis XV y de toda su corte. Y curiosamente en esta época en Francia se pone de moda un retrato que mezcla ambos temas: el de los retratos a la manera de los grandes retratos romanos  pero personificados como si fueran dioses y diosas de la mitología. Además, los artistas barrocos crearon magníficos sepulcros y deliciosas fuentes para adornar los majestuosos jardines de los palacios que durante esta época poblaron toda Francia.

François Girardon se formó en Italia estudiando los clásicos, y a su vuelta trabajó estrechamente con el jardinero de Versalles Le Nôtre, en obras destinadas a los jardines de este palacio como su Apolo servido por las ninfas, El rapto de Proserpina y la Estatua del Invierno. La majestuosidad barroca, el variado movimiento y la diversidad de texturas llegan a su culmen en el Sepulcro del Cardenal  Richelieu, en la Iglesia de la Sorbona. Girardon vuelve a inspirarse en la antigüedad romana para su majestuoso Retrato ecuestre de Luis XIV de la Plaza Vendôme, que recuerda al de Marco Aurelio, y que lamentablemente fue destruido durante la Revolución Francesa, quedando hoy una copia a menor tamaño en el Louvre.

Girardon, Sepulcro del Cardenal Richelieu

Coysevox, La fama de Luis XIV

Girardon, Sepulcro del Cardenal Richelieu
Imagen en Artehistoria. Licencia CC

Coysevox, La fama de Luis XIV
Imagen en Wikipedia. Licencia CC

El otro gran escultor es Antoine Coysevox, quien además de trabajar en la decoración de estancias y jardines en Versalles al más puro estilo Bernini, se especializó en el retrato, destacando sus bustos de las grandes personalidades de la época, como el Retrato en busto del Cardenal Mazarino o el Busto del ministro Colbert. De sus retratos personificando a dioses de la mitología romana cabe destacar su Retrato de María Adelaida de Saboya como Diana Cazadora. 

Centroeuropa

Gran elector

Schlüter, Retrato de Federico Guillermo
Imagen en Wikipedia. Licencia CC

...

Destacarán sobre todo las escuelas barrocas alemanas y austríacas, con claras influencias de Bernini a las que hay que sumar el aire clásico de sus retratos al igual que ocurre en Francia y un rico colorido heredado de la tradición bizantina. Se trata de una escultura estrechamente ligada a la arquitectura que ensalzará el poder monárquico y que también decorará espacios exteriores como plazas y jardines. Baltasar Permoser es el encargado de la rica decoración escultórica del Palacio de Zwinger en Dresde, Alemania, y su expresividad y tensión dramática alcanza su cenit en el Altar mayor de la Iglesia de San Juan en Munich.  

Andreas Schlüter fue un hábil escultor que dominó a la perfección todas las técnicas y materiales. Trabajó sobre todo en Polonia realizando desde altares mayores hasta grupos escultóricos para decoraciones de fachadas así como numerosos retratos, como el Retrato de Federico Guillermo de Brandemburgo

Importante

La escultura barroca mantiene las mismas técnicas que la renacentista pero cambian los gustos estéticos y aparecen nuevas tipologías. Temas sagrados y profanos convivirán en una escultura que se pone al servicio de la Iglesia y las Monarquías absolutistas.  Movimiento, naturalismo que deriva en realismo y tensión dramática son sus principales características. En España destacarán los retablos realizados por los hermanos Tomé y los Churriguera, y en toda Europa proliferan los sepulcros funerarios, retratos al estilo de dioses romanos y las fuentes que adornan jardines y plazas, destacando artistas como Girardon, Coysevox, Permoser y Schlüter.

Comprueba lo aprendido

Lea y complete

El naturalismo típico de la escultura barroca se torna en un desgarrado sobre todo en la  española, que tendrá en el retablo su exponente más claro de obra de arte . Dichos retablos consiguen unos grandes efectos teatrales con la mezcla de varios , siendo el material predilecto la que después se con láminas de pan de oro y se . Aparecen nuevas tipologías de retablos como los de camarín y los . En se ponen de moda los retratos con aires clásicos en donde los retratados personifican a los de la mitología, y en Centroeuropa se advierte un rico colorido heredado del arte .

Habilitar JavaScript