La filosofía: Antes y después de Sócrates

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2.º de Bachillerato

Griego

Contenidos

La filosofía:

Antes y después de Sócrates

Actividad de lectura

Los filósofos presocráticos

 

ATENAS
433 ANTES DE NUESTRA ERA



Anaxágoras

José de Ribera: Anaxágoras
Imagen en Wikimedia.Dominio público

A esta hora que comienza a declinar el sol, el viejo Anaxágoras ha recogido ya las pocas pertenencias que ha decidido llevarse consigo al exilio. Ahora, sentando ante la puerta de su casa, observando como siempre el cielo, mira pasar las golondrinas en su vuelo risueño y veloz. Mañana, al amanecer, vendrán a recogerlo los criados que Pericles ha dispuesto para que lo acompañen con discreción y con seguridad a Lámpsaco.

Cuando el filósofo llegó a la ciudad, hace ya casi treinta años, Pericles era solo un muchacho que entraba bajo su tutela intelectual; ahora, a la hora de partir aquel muchacho es el genio indiscutible de la democracia ateniense, el preclaro estratega que, hace unos días, ha tenido que salir en defensa de su viejo maestro para que quienes exigen que pague con su vida un supuesto delito de impiedad se conformen con una multa de cinco talentos y una ignominiosa condena al exilio. Atenas ha cambiado mucho en las últimas décadas, pero no lo suficiente para que alguien que sostiene que el sol es una masa de rocas inflamadas por el choque y la ruptura del éter no sea acusado de impiedad.

Anaxágoras deja una ciudad gobernada por el genio político de su discípulo Pericles, una ciudad que ha dado eco y reconocimiento al talento poético de su también discípulo Eurípides, una ciudad que, con el nuevo templo de Atenea, se ha convertido en capital indiscutible del espíritu griego. Pero las cosas, en el fondo, no han cambiado tanto. Atenas ha demostrado seguir siendo una ciudad tradicional, pía, supersticiosa y llena de fantasmas; fantasmas que, junto al templo de la diosa de la sabiduría, son invocados con solemnidad y sin rubor para desacreditar a cualquier disidente o a cualquier adversario político.

En sus últimas horas antes de partir para Lámpsaco, el maestro contempla desde lejos la Roca Sagrada. Con Anaxágoras, los atenienses envían al exilio al primer filósofo establecido en su ciudad, al primer hombre que, apartándose del lenguaje de los rapsodas, hizo circular una obra en prosa, al primero que se detuvo a indagar sobre el cielo y a escribir después de un verdadero libro acerca de la naturaleza.

Pedro Olalla, Historia menor de Grecia

Cuando Sócrates recorría las calles de Atenas dialogando con unos y otros y haciendo sus, a veces, incómodas preguntas, la filosofía en Grecia tenía ya una larga historia. Él la reinventó y personalizó de tal manera que la historia de la filosofía griega tiene un antes y un después de Sócrates. Se dice que su carácter es distinto, y que Sócrates desvió la filosofía de la ciencia a la ética. Pero ya antes de él se había escrito mucho sobre ética y política.
Anaxágoras nació en Clazomene (Turquía) pero pronto se trasladó a Atenas, donde residió y enseñó la mayor parte de su vida. Su amistad con Pericles le supuso ser acusado de impiedad por los enemigos del estadista y se vio obligado a abandonar Atenas. Diógenes Laercio nos dice, en su Vida de filósofos ilustres, y entre otras versiones de los hechos, que Cleón le acusó de impiedad, por haber dicho que el sol es una masa de hierro encendido, pero que lo defendió Pericles, su discípulo, y sólo fue condenado a pagar cinco talentos y salir desterrado.

  • ¿Fue realmente, como dice el texto, el primer hombre que se detuvo a indagar sobre el cosmos?
  • ¿Qué temas interesaron a los filósofos anteriores a Sócrates?

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