¿Por qué surge la novela picaresca? ¿Por qué precisamente en España? y ¿por qué en ese momento?
Como bien sabes, el arte necesita de un tiempo y un espacio. El género picaresco no iba a ser menos: un país sumido en una crisis económica, donde se legislaba contra los falsos mendigos, como expone Cristóbal Pérez de Herrera en su Amparo de legítimos pobres y reducción de vagabundos, donde el anhelo de libertad de los cortesanos, abrumados por el rígido código del honor, se aliviaba con las aventuras de los pícaros y con verles desenvolverse con absoluta libertad, sin respetar convenciones sociales de ningún tipo.
La crítica al mundo de las apariencias, la honra sobrevalorada, el menosprecio a los conversos... son denuncias, junto con la de la limpieza de sangre, también abundantes en estas novelas, que relacionan el origen del género con la situación social de una clase determinada: los judíos conversos españoles. Estos, marginados de la sociedad, puesto que se les cerraba el paso a las órdenes militares, altos cargos civiles y eclesiásticos, autoridades universitarias, etcétera, ya que para este ascenso era preciso ser noble y estar limpio de sangre judía. De modo que la novela picaresca surgió como consecuencia de esta marginación de los conversos; es su protesta ante las trabas que la sociedad ponía a sus deseos de ascenso y promoción.
Y a ello hay que sumar la corriente de pensamiento erasmista que se va instalando entre los intelectuales de la época, lo cual justificaría la verosimilitud y el realismo narrativo que adopta el género, frente a los libros de caballerías o las novelas sentimentales y pastoriles.
En síntesis, la novela picaresca nace como producto de la interacción de una serie de factores diversos: sociales, religiosos y literarios. Aunque no consigo quitarme de mi cabeza de viejo bibliotecario las preguntas con la que empecé a contarte estas ideas.