Historia inicial
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Capilla Cornaro, Bernini. Roma. Fotografía de Livioandronico2013 en Wikipedia. Licencia CC |
En realidad podríamos rematar esta historia inicia ya. Esta fotografía es de una de las obras magnas del barroco y quizá la que mejor la define. La Capilla Cornaro se encuentra en la Iglesia de Santa María de la Victoria, una iglesia carmelita de principios del siglo XVII. Ahí, en un sitio importante pero no el principal, a un lado del altar mayor. Si vas a Roma es posible que esta iglesia te pase desapercibida. Está ahí, cerca de la estación de Termini, en la Via XX settembre, la continuación de una de las calles más impresionantes de Roma, la Via del Quirinale.
Pues ahí se encuentra esta capilla en la que Bernini va a definir qué es el barroco y cuál es su esencia. No te la vamos a contar en esta historia inicial (para eso están los contenidos) en qué consiste ni cuáles son sus características; pero sí queremos que ya aprendas un concepto que igual no has oído nunca pero que en cuanto ves la imagen de la Capilla Cornaro lo identificas: la integración de las artes. esta idea de integrar todas las artes es, en realidad, el paradigma del barroco: no limitarse a un esquema, una estética o un tipo de expresión. No es solo la belleza, la armonía o el equilibrio. Lo es todo, es expresión, es vida, es pasión, es ruptura; es integrar luz con movimentos, con formas sinuosas y sensuales; es integrar la arquitectura con la arquitectura, y con la música, y con los medios naturales, y con la mirada del espectador. Es, en definitiva, un todo artístico.
Si te fijas en la foto verás que Bernini crea un escenario aruitectónico tremendo (frontón semicircular, columnas pareadas, mármoles de diferentes colores...) con una escultura absolutamente genial. La escena en la que Santa Teresa de Jesús vive la transverberación o, para decirlo más claro: el momento en el que entra en éxtasis al unirse místicamente con Dios. Dios traspasa el corazón de la santa (la palabra trasverberación procede del latín que significa traspaso) y esta entra en un éxtasis absolutamente increíble y —viendo la expresión que logra Bernini— envidiable. Pero es que además, el napolitano hace una genialidad que luego será muy copiada en el barroco: crea una claraboya en el techo y dirige la luz hacia unos rayos dorados que multiplican el efecto de esta, simbolizando así el traspaso de Dios en el corazón de la santa avulense.
Aquí está la magia del barroco, en ser capaz de captar el más mínimo detalle, así como de integrar todos los aspectos. Imagínate estar ahí dentro, concentrado en el rostro de Santa Teresa de Jesús, percibiendo como penetra la luz del día gracias a los rayos dorados que representan a Dios, en ese marco arquitectónico de líneas curvas y rotas mientras suena el Aleluya del Mesías de Haendel. Imagínatelo. Ya entiendes la importancia del barroco. Y lo bello que es.
HALLELUJAH - Aleluya - Haendel. Video de Luis Peres alojado en Youtube |