España en el siglo XVIII: entre luces y sombras: Historia inicial

El siglo XVIII suele ser el gran desconocido de la Historia de España. Nos queda demasiado lejano en el tiempo para relacionarlo con la actualidad y tampoco es una de esas épocas gloriosas que se recuerdan constantemente, así que el olvido se ha apoderado de esta centuria. Sin embargo, durante el siglo XVIII se produjeron sucesos que aún condicionan el devenir de España y se sucedieron hechos muy relevantes en nuestra Historia. Como las hazañas de nuestros personajes, dos héroes olvidados con los que te invitamos a recorrer una época fascinante.

Blas de Lezo

Blas de Lezo y Olavarrieta, imagen

en Wikipedia, dominio público

Fragata de Blas de Lezo remolcando al buque británico Stanhope
 Fragata de Blas de Lezo remolcando al buque británico Stanhope, imagen en Wikipedia, dominio público
Nuestro primer personaje era cojo, tuerto y lisiado de una mano; la antítesis de la figura del héroe. Pero heroica fue su hazaña al lograr, con unos pocos hombres y sólo seis barcos, derrotar a la mayor flota de guerra que jamás había surcado los mares. Su nombre era Blas de Lezo y Olavarrieta, un viejo lobo de mar que estuvo en casi todas las batallas de la época: participó en la Guerra de Sucesión española, luchó en Orán y limpió de piratas las costas del Pacífico. En 1741, Lezo venció a una imponente escuadra inglesa compuesta por 186 barcos que pretendía apoderarse de Cartagena de Indias, uno de los principales puertos de la América española. El bochorno inglés fue tal que se prohibió cualquier mención a esta batalla en los libros de Historia. En España no fueron las prohibiciones sino el paso del tiempo y el desconocimiento los que enterraron esta increíble historia.

También era marino y militar nuestro segundo héroe, aunque la gloria no se la dieron las armas sino la ciencia. Nacido en Italia aunque alistado desde joven a la marina española, Alessandro Malaspina lideró una de las expediciones científicas más admirables de la Historia. Aprobada por el rey Carlos III dos meses antes de su muerte en 1788, la expedición Malaspina simbolizaba el espíritu ilustrado de la época: su objetivo era incrementar los conocimientos que se tenían sobre ciencias naturales y geográficas de las posesiones españolas en América y Asia. Los cincos años de viaje permitieron acumular una cantidad tal de información y muestras botánicas y minerales sobre los parajes más inhóspitos del planeta como nunca antes se había hecho. Malaspina también traía una nueva visión sobre cómo debían administrarse las colonias españolas de ultramar. Sin embargo, la monarquía de Carlos IV que ahora reinaba era muy diferente de la de su padre: las observaciones críticas de Malaspina fueron consideradas revolucionarias. La hazaña de Malaspina tuvo como recompensa la cárcel para nuestro héroe y una capa de olvido sobre uno de los grandes hitos de la ciencia española.