2. La comedia
![]() |
Escena de komos. Cerámica ática, 560 a.C. |
La comedia procede del culto a Dioniso, de los bulliciosos coros callejeros que entonaban himnos fálicos. Los participantes, en las festividades rurales, recorrían los campos con antorchas y objetos fálicos. La palabra komos, en griego, significa diversión. De ella deriva comedia, palabra que implica alegría y jolgorio. Los integrantes de los komoi acostumbraban a dirigirse unos a otros con versos vulgares, usando un lenguaje rudo y obsceno.
La comedia tenía que ser una caricatura de la realidad, una crítica de la inmoralidad, la codicia y la corrupción. Estaba directamente referida a la realidad. La composición del coro dependía de la obra (pájaros, ranas...). Su lenguaje hoy en día puede parecer ordinario, pero no resultaba así para el público del momento, puesto que era el lenguaje del campo, de donde procedía.
![]() |
Aristófanes |
De Aristófanes, principal representante de la comedia ática, conservamos once obras completas. Este es el esquema de sus comedias: un personaje hace su aparición para arreglar un grave problema, con una idea audaz o brillante; un coro, que no siempre es de seres humanos, se enfrenta con él o se convence de sus ideas; sigue una larga discursión y muchas payasadas que abocan a un debate en toda regla; el coro se dirige al público con arengas que combinan lo absurdo con lo serio, entreveradas de himnos mágicos a los dioses.
Aristófanes se propone divertir. El mundo de sus creaciones vive por su absurdo y, aunque se basa en la vida real, su enorme dinamismo procede del desafío a las normas. Ofrecía a los griegos, que se veían estrictamente limitados por la naturaleza humana y el control divino, una evasión imaginaria de tales restricciones, y sacaba a escena hombres de capacidades y apetitos innegablemente humanos que triunfaban de un modo imposible sobre las circunstancias. No hay límite para lo que pueden hacer. En La Paz el protagonista asciende al Olimpo en un escarabajo pelotero. En Lisístrata las mujeres ponen fin a la guerra negándose a dormir con sus maridos.
Semejantes resultados no podían lograrse en la vida real. La comedia de Aristófanes es un desafío a la doctrina del término medio, tan diligentemente inculcada por la moral griega, y busca sus personajes en hombres y mujeres de una normalidad total. No les falta su buena dosis de instintos y apetitos naturales. Sus reacciones son violentas e inmediatas; carecen de escrúpulos para obtener lo que desean; tienen una vitalidad que nunca desfallece y una ingenuidad tan grande que supera todos los obstáculos. Mujeres y hombres son unos verdaderos linces que realizan las cosas más absurdas con una seguridad instintiva. Los años más creativos de Aristófanes coincidieron con la Guerra del Peloponeso, que no se apartó jamás de su imaginación. Escribe sobre la guerra desde dentro, y sin duda la aborrecía: subraya sus privaciones y ridiculiza a sus abogados.
La Paz celebra la paz de Nicias con Esparta, una tregua efímera. En ella el héroe, Trigeo, vuela al Olimpo y descubre que allí hay la misma carestía de víveres que en la tierra. La guerra ha encerrado a la joven Paz y está a punto de machacar a las ciudades griegas. Trigeo hace un llamamiento a todos los griegos para que saquen a la Paz de su encierro, y a su liberación sigue una escena de canto y francachela, casándose al final Trigeo con ella. La guerra está presente en todas partes, y quienes sacan provecho de ella hacen breves y ridículas intervenciones. El mérito de la obra radica en la capacidad de Aristófanes para hacer poesía real y concreta con abstracciones y entidades tan vastas como las ciudades. Al liberar a la Paz se descubre que los argivos no colaboran como es debido porque están demasiado ocupados en vender víveres a los que de uno y otro bando, en tanto que los atenienses están tan ocupados en discutir entre sí que no pueden hacer ningún esfuerzo.
![]() |
Representación del Pluto de Aristófanes |
Las aves sitúa la acción entera en el aire y mantiene en todo momento su brillantez y su fantasía. Dos tipos emprendedores, Evélpides y Pisetero, buscan un lugar donde vivir más o menos en paz y lo hallan uniéndose a los pájaros para construirlo en el cielo, al abrigo de hombres y de dioses, aunque unos y otros tratan de entrar en él. El héroe cómico alcanza aquí la plenitud de sus dimensiones y se divierte de lo lindo mal que les pese a los hombres y a los dioses.
Un año antes de la rendición de Atenas, Aristófanes hizo representar su última pieza en su mejor estilo, Las ranas. El argumento es el siguiente: Dioniso, el dios de las fiestas en que se representaban tragedias y comedias, desciende al Hades para buscar a Eurípides, recién muerto, y traerlo a la tierra. Tras un azaroso viaje a los infiernos, Dioniso se encuentra allí con una crisis literaria en pleno auge. Eurípides ha destronado a Esquilo e el trono de la poesía en el Hades y sobre ello ha surgido una gran discusión. Se llama a Dioniso para juzgar a los dos poetas y la competición de estos es el núcleo de la comedia.
Con Las ranas finaliza el gran período creador de Aristófanes. La caída de Atenas en el 404 a.n.e. supuso el fin de la Comedia Antigua. No podían costearse ya las representaciones, y nadie tenía ganas de bromear con la amarga situación. Aristófanes vivió veinte años más, y de esta época se conservan aún dos obras suyas, Pluto y Las asambleístas. Las circunstancias le obligaron a prescindir en ambas del coro, con todo lo que suponía para la acción y el canto. La vitalidad no es la misma, la alegría resulta triste, y la fantasía se ve también notablemente disminuida.
Comprueba lo aprendido
![]() |
Lisístrata |
Relaciona los temas siguientes con la comedia de Aristófanes que los trata.
Para completar la información de esta página, puedes recurrir a Wikipedia.