1. - El siglo I a.n.e.: las guerras civiles

Tras la muerte de Sila en el 78 a.n.e, la República entró definitivamente en crisis, pues las luchas por el poder se sucedieron y se encarnizaron. La diferencias entre los dos partidos que aspiraban al poder, optimates y populares, se acentuaron y las instituciones republicanas no estaban a la altura para resolver ni los problemas de política interna ni los de política exterior; cada vez se hizo más evidente que el futuro del Estado iba a estar en las manos de personajes que detrás tuvieran un ejército fiel y un importante apoyo económico.

busto de C. Pompeyo Magno
busto de M. Licinio Craso
C. Pompeyo Magno
Imagen en Wikimedia. Dominio público
M. Licinio Craso
Imagen en Wikimedia. Dominio público


En este sentido, durante este periodo destacaron en el poder tres personajes: Cneo Pompeyo Magno, Marco Licinio Craso y, posteriormente, Cayo Julio César. Pompeyo era un general de una familia aristocrática y acaudalada, cuya carrera había empezado a progresar durante la dictadura de Sila. Craso, también partidario de Sila, tenía una de las fortunas más importantes de Roma, gracias a la cual sus influencias políticas eran muy grandes. Estos dos hombres, de gran peso y prestigio, destacaron en los principales acontecimientos en los que se vio involucrada Roma. César entró en la vida política un poco más tarde.