6. Factores que predisponen a la ansiedad en situaciones de accidente o emergencia

Las reacciones psicológicas de las personas involucradas en un accidente o catástrofe pueden diferir en función de una mayor o menor proximidad temporal al acontecimiento traumático.

En ocasiones, los sucesos más traumáticos dejan frecuentemente secuelas emocionales crónicas y hacen a las personas más vulnerables a los trastornos mentales y a las enfermedades psicosomáticas.

Sin embargo, muchas personas se muestran resistentes a la aparición de miedos intensos, de gravedad clínica, tras la experimentación de un suceso traumático, y son capaces de retomar la vida cotidiana y de disfrutar de otras experiencias positivas.

La reacción de la persona que ha sido víctima de un accidente, según el paradigma de Lazarus y Folkman (1984, citado por Echeburúa y Corral, 2007, 24), “depende de parámetros objetivos relacionados con acontecimientos estresantes externos (tales como la intensidad, la duración y la acumulación de sucesos de vida estresantes), pero también de la evaluación cognitiva de la víctima en relación con los recursos psicológicos (inter- e intrapersonales) disponibles para hacer frente a los eventos estresantes”.

Dejando a un lado la evaluación cognitiva del sujeto, existen una serie de factores que pueden incidir en la respuesta emocional de la persona en situaciones de accidentes o emergencias.

Estos factores de vulnerabilidad personal ante un suceso traumático, según Echeburúa y Corral (2007), son:

  • Biográficos: historia de victimización en la infancia. Antecedentes de otros sucesos traumáticos en el pasado.
  • Psicobiológicos: elevado grado de neuroticismo. Baja resistencia al estrés.
  • Psicológicos: escasos recursos de afrontamiento. Mala adaptación a los cambios. Inestabilidad emocional previa.
  • Psicopatológicos: trastornos psiquiátricos anteriores (trastornos adictivos, del estado de ánimo, de ansiedad, de personalidad, etc.).
  • Sociofamiliares: falta de apoyo familiar. Falta de apoyo social.
  • Igualmente, existen una serie de variables facilitadoras del trauma (Echeburúa y Corral, 2007) que se detallan a continuación:

Factores predisponentes (pretrauma):

  • Psicopatología previa personal o familiar.
  • Exposición previa a traumas.
  • Personalidad vulnerable.
  • Estrés acumulativo.

Factores precipitantes (suceso traumático):

  • Tipo de suceso traumático.
  • Gravedad del suceso traumático.

Factores mantenedores (postrauma):

  • Anclaje en el pasado.
  • Hacerse preguntas sin respuesta o buscar informaciones imposibles de obtener.
  • Necesidad de buscar culpables.
  • Negación cognitiva o emocional del suceso.

Importante

En resumen, el alcance del daño psicológico está mediado por la gravedad del suceso, el carácter inesperado del acontecimiento, la mayor o menor vulnerabilidad de la víctima, la posible concurrencia de otros problemas actuales y pasados, el apoyo social existente y los recursos psicológicos de afrontamiento disponibles. Todo ello configura la mayor o menor resistencia de la víctima al estrés (Echeburúa, Corral y Amor, 2007).