1. Evaluación de los aspectos psicológicos implicados en el entrenamiento y en la competición
Siguiendo al especialista en Psicología del Rendimiento deportivo, Pep Marí, existe un modelo para ordenar los aspectos psicológicos que participan en el rendimiento. Dicho modelo tiene forma de pirámide y está formado por cuatro niveles, correspondiendo cada nivel a un requisito necesario para alcanzar el máximo rendimiento. A continuación se tratará cada uno de esos cuatro niveles que conforman la pirámide.
1.1. Poder aprender: estabilidad anímica
En la base de la pirámide se encuentra el “poder aprender”.
Importante
Este hace referencia a la personalidad del deportista y a su entorno inmediato (familia, amigos, pareja, etc.). La manera de ser del deportista y sus circunstancias deben permitirle poder aprender, de lo contrario difícilmente llegará a rendir en la medida de sus posibilidades.

Figura 1. Poder aprender.
Imagen de elaboración propia
Pep Marí plantea la siguiente pregunta: ¿Quieres que tu rendimiento sea regular, consistente y estable? Pues primero debes conseguir que tu estado de ánimo sea regular, consistente y estable. Para poder aprender hace falta tener una personalidad que no tienda a complicarse la vida en exceso y un entorno inmediato que no interfiera en el rendimiento.
Para evaluar los estados de ánimo encontramos diversas vías: la entrevista, la observación del comportamiento, las escalas autovalorativas y los test.
Importante
Un test es una prueba estrictamente definida en sus condiciones de aplicación y su modo de calificación, que permite situar a un sujeto con referencia a una población bien definida ella misma, biológica y socialmente (Zazzó, 1970).

Test TEAD-R.
Imagen de elaboración propia
El test que predominantemente se utiliza para evaluar los estados de ánimo en el deporte es el Profile of Mood States (POMS), el cual se compone se seis subescalas, cinco de ellas negativas (tensión, depresión, confusión fatiga y cólera), y el vigor, considerada positiva. El protocolo de la versión española corresponde al Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat del Vallés (Barcelona), donde también se utilizan dos formas breves (con 15 ítems). En cualquier caso, existen otras escalas que permiten valorar el estado de ánimo de un deportista, como puede ser el TEAD-R, que permite evaluar el estado de ánimo en etapa de entrenamiento y competitiva (Moreno Chacón, AJ., 2005).
También se han construido otros inventarios que describen sensaciones experimentadas después de la actividad física, con escalas de compromiso positivo, revitalización, agotamiento físico, tranquilidad, bienestar positivo y distress psicológico. Entre ellos se encuentran:
- Inventario de Sentimientos Inducidos por el Ejercicio (EFI), de Guavin y Rejeski.
- Escala de Experiencias Subjetivas de Ejercicio, de McAuley y Courneya.
Por otro lado, las técnicas cualitativas permiten interpretar lo que sucede en una situación concreta, observar la interacción de los elementos en su contexto natural, captar la realidad como un todo, así como poner atención en el proceso que transcurre (Cuevas, 2002; González, 1997).
En lo referente al deporte, las técnicas cualitativas tienen el potencial para permitir a los deportistas explicar el contexto y significado personal de los estados afectivos (Lane, 2005).
1.2. Querer aprender

Figura 2. Querer aprender.
Imagen de elaboración propia
El “querer aprender” se sitúa en el segundo nivel de la pirámide. Pep Marí dice: “Además de poder aprender, es necesario querer aprender”. En este caso nos referimos a la motivación. Aquí es imprescindible conocer el significado de implicación y compromiso. El compromiso supone dejarse la piel, dar el 100% de las posibilidades, mientras que implicarse es dejarse el 50-60% en conseguir el objetivo propuesto.
Por ello, hacer cuanto depende de ti y asumir el riesgo de que a pesar de todo quizás no consigas el objetivo conlleva aumentar el nivel de ambición en los objetivos y el nivel de compromiso con los medios.
Para estar motivado hacen falta dos condiciones fundamentales:
- Tener claros los objetivos que se persiguen.
- Pagar el precio necesario para conseguirlos (compromiso)
1.2.1. Iniciativa
La iniciativa es un indicador de motivación. Es importante mantener la iniciativa de los deportistas para evitar la pérdida de motivación y que por lo tanto empeore su rendimiento. Pero para tener iniciativa es necesario, por un lado, tener una adecuada estabilidad anímica, y por otro lado, claridad en los objetivos, realizar una correcta planificación (teniendo coherencia con el compromiso que se va a alcanzar).
1.2.2. Porcentaje de cumplimiento de la programación
El porcentaje de cumplimiento de la programación, al igual que la iniciativa, es un excelente indicador de motivación. Para cumplir lo planificado debe existir coherencia entre los objetivos planteados y el nivel de compromiso para alcanzarlos.
Para iniciar un compromiso son imprescindibles tres elementos:
Importante
- Deseo: conciencia de una necesidad, posibilidad de elegir.
- Elección: nadie se compromete con aquello que no decide, con algo que escapa a su locus de control interno.
- Expectativas: aspecto fundamental, ya que seguimos invirtiendo mientras conseguimos aquello que esperamos.
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1.3. Saber aprender: repetición del error durante el entrenamiento

Figura 3. Saber aprender.
Imagen de elaboración propia
Hasta ahora podemos aprender y queremos hacerlo. Entonces aprenderemos algo, ¿no? Todavía no, para ello nos hace falta el tercer nivel de la pirámide, “saber aprender”.
Podemos concluir que solo existen dos clases de deportistas:
- Los que buscan una excusa para poder fallar.
- Los que andan buscando una solución para poder acertar.
Y es cierto, ya que si cada vez que fallamos buscamos una excusa para justificar nuestros errores, entonces no tenemos la obligación de cambiar nada. Y si no cambiamos nada, no progresamos.
Por otro lado, asumir los errores, analizarlos y buscar soluciones son algunos de los recursos que utilizan los campeones para corregir sus fallos (quien sabe aprender no comete dos veces el mismo error). Puede que el deportista vuelva a fallar, pero nunca por la misma razón. Después de un error hay que analizarlo, y dicho análisis te lleva a una conclusión. Esta conclusión se convierte en un posterior cambio.
Jorge Valdano expresa una idea que resume lo explicado anteriormente: “Los perdedores se quejan, los ganadores aprenden”.
Importante
Pep Marí afirma: “El error nos concede la oportunidad de volver a intentarlo, eso sí, intentarlo de nuevo con un mayor conocimiento”.
Ahora sí. Si podemos, queremos y sabemos aprender, seguro que aprenderemos. Ahora lo único que nos queda es poder demostrarlo, “saber competir”.
1.4. Saber competir: errores no forzados durante la competición
Para saber competir, hay que saber hacerlo bajo presión, ya que “donde hay presión, hay una oportunidad” (Gary Kasparov). De lo contrario, no habrá servido todo el esfuerzo realizado hasta ahora. Ahora es el momento de rentabilizar toda la inversión realizada.
Importante
Para ello, durante la competición hay que poner en práctica exactamente lo mismo que se desarrolla durante los entrenamientos, ya que hacer especial una situación (afrontar un tramo de la competición de forma diferente) es la peor manera de afrontarla.

Figura 4. Saber competir.
Imagen de elaboración propia
Según Pep Marí, querer hacer más de lo habitual en competición tiene dos peligros:
- Significa admitir que con lo que sabes hacer no habrá suficiente, y sembrar la duda.
- Considerar todas las competiciones de igual importancia, no hacer ninguna especial.
Para resumir este último nivel de la pirámide, relacionado con la tolerancia a la presión, expondremos una frase de John Wayne (actor de Hollywood) que dice así: “Ser valiente consiste en estar muerto de miedo y, a pesar de ello, subirse al caballo”.
Importante
La persona que quiera alcanzar el alto rendimiento en una actividad deberá cumplir con los siguientes requisitos: presentar un estado de ánimo estable, rodearse de un entorno que no reste eficacia a su trabajo, tener muy claros los objetivos que persigue, pagar todo el precio que cuestan esas metas, aprender rápidamente de sus errores y tolerar la presión (Pep Marí).