3. Rasgos generales de la red hidrográfica española.

Una vez que conoces los factores principales que afectan a una red hidrográfica, llega el momento de centrarnos en las características generales de la red hidrográfica de la Península Ibérica. Como comprobarás, es el relieve el factor que más influye en la disposición de los ríos, en el trazado de sus cursos y en la mayor o menor amplitud de sus cuencas.
Vamos a destacar cuatro rasgos muy claros de la red hidrográfica peninsular.

 

1. La disimetría de la red fluvial, es decir, la falta de simetría que presentan las tres vertientes hidrográficas peninsulares. Debido a la disposición del relieve, que marca la divisoria de aguas, el territorio que vierte sus aguas al Océano Atlántico (vertiente cantábrica y atlántica) supone un 69% de la península, mientras que el territorio que las que vierte hacia el Mediterráneo ocupa sólo un 31%.
 

En el mapa puedes observar perfectamente la relación entre la disposición del relieve peninsular y la desigual extensión de las vertientes.

 


Fuente: CEIP Gran Capitán.

 


Piraguas en las aguas tranquilas del Guadiana. Flickr. Creative Commons. 
El río Narcea encajado entre montañas de la Cordillera Cantábrica. Arte y fotografía. Creative Commons. 

 

 

2. Adecuación al relieve. Esto marca la diferencia entre la gran longitud de los ríos que discurren por las llanuras y depresiones, que oscilan en torno a los 1000 Km, y el corto recorrido de los ríos de montaña, que no suelen sobrepasar el centenar. Los ríos de la Meseta destacan por su escasa pendiente y lentitud de aguas, mientras que los que nacen en los rebordes montañosos o en los sistemas exteriores suman a su escasa longitud la altura de cumbres en su nacimiento, resultando un desnivel y una pendiente pronunciados, que confieren a estos ríos gran velocidad y fuerza erosiva.


 

3. Paralelismo. La red hidrográfica peninsular es reconocible a simple vista por el paralelismo que, a excepción del Ebro, presentan los grandes ríos entre sí, cuyos cursos están relativamente equidistantes y regularmente distribuidos sobre el espacio. Verás que las mayores cuencas hidrográficas discurren de Este a Oeste y se ordenan de forma paralela en sentido Norte-Sur. En esto influye notablemente el hecho de que la Meseta central ocupa gran parte del territorio peninsular, y como debes recordar presenta una ligera inclinación hacia el Oeste, dirección en la que fluyen los grandes ríos peninsulares.
 
 

Fuente: esacademic.com. Dominio público.

Fuente: educadultos. Creative Commons.

 

 

4. Alternancia entre cursos de agua y sistemas montañosos. Se debe a la disposición paralela del relieve. De hecho, nuestros grandes ríos se sitúan entre dos sistemas montañosos y el curso fluvial es más o menos paralelo a los ejes de las cordilleras, desde las que descienden los afluentes transversalmente hacia el cauce principal. Así se explica que los ríos que discurren por zonas de pocas precipitaciones puedan tener un caudal considerable, gracias al agua procedente de las montañas que les aportan sus afluentes.

Pinchando sobre el mapa de la izquierda puedes comprobar la adecuación de las cuencas hidrográficas españolas al relieve. De norte a Sur se alternan las siguientes cordilleras y cuencas hidrográficas:

Cordillera Cantábrica, cuenca del Duero, Sistema Central, cuenca del Tajo, Montes de Toledo, cuenca del Guadiana, Sierra Morena, cuenca del Guadalquivir.

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Fíjate en los mapas del apartado y relaciona cada divisoria de aguas con el sistema montañoso que la marca. Sitúa el número correspondiente en cada caso.

1.  Cordillera Cantábrica    2. Sistema Ibérico      3.Sistemas Béticos      4. Sistema Central   5. Sierra Morena

Divisoria entre la vertiente mediterránea y la atlántica

Divisoria entre la cuenca del Guadalquivir y la cuenca Sur  

Divisoria entre la vertiente cantábrica y la atlántica

Divisoria entre la cuenca del Guadiana y la cuenca del Guadalquivir

Divisoria entre la cuenca del Duero y la cuenca del Tajo