Orientaciones para el profesorado
Esta unidad se centra en el uso práctico que hacemos de la lengua, a través de los distintos tipos de texto que con ella podemos producir. Hemos intentado explicar con la mayor claridad posible los rasgos característicos de cada tipo de texto, con la intención de que el alumnado mejore su capacidad de comprenderlos y producirlos adecuadamente. Se trata de un aspecto del estudio de la lengua que, de un modo u otro, los aspirantes van a encontrar en la prueba, por lo que conviene que aprendan no sólo a distinguir los tipos de textos sino que también desarrollen las competencias necesarias para producirlos.
Como ya hemos señalado en las unidades anteriores, para llevar a cabo toda esta labor, en cada tema se presentan una serie de actividades resueltas en cada apartado que ayudará a que el alumnado comprenda lo que trata de explicarse. Sería conveniente que se hiciese hincapié en la necesidad de realizar esas actividades, puesto que van a ayudar a que los contenidos de los temas sean más asequibles. Además, aparecen dos tipos de ejercicios, ejercicios resueltos que los alumnos/as pueden realizar y autocorregirse personalmente y la tarea asociada a la unidad. Para que el alumnado pueda enviar esta última se incluye una plantilla que va a favorecer su trabajo y facilitar la corrección.
No debemos olvidar que este material es meramente orientativo, es decir, que si el profesor considera que debe ser ampliado, cambiado o recortado es totalmente libre de hacerlo. En suma, se trata de ayudar al alumnado a comprender mejor lo que tratamos de hacerle llegar.
También es un aspecto reseñable la variedad de ejercicios que se incluyen en la unidad, ya que hemos intentado que sean de diferentes tipos, para ayudar al alumnado a familiarizarse con la gama de cuestiones sobre estos temas que pueden encontrarse en la prueba. No obstante, tal y como señalábamos anteriormente, el profesorado puede variar, añadir o quitar ejercicios en función de su temporalización, el mayor o menor grado de dificultad que se quiera incluir en ellos, etc. Eso sí, deberíamos procurar que todos los ejercicios ayuden a nuestro alumnado a relacionarse y a trabajar con textos.
Sería, por último, muy recomendable que hiciéramos especial hincapié en que no se debe comenzar ninguna tarea sin haber leído previamente la información relacionada con ella, para así poder realizarla con mayor corrección.