1.1.2. Procedimientos para el mantenimiento de la motivación durante la etapa de Tecnificación Deportiva

Buceta (2004) propone una serie de estrategias para aprovechar el interés inicial de los niños por la práctica deportiva y favorecer su mantenimiento en la misma a través de contextos estimulantes y gratificantes, en vez de estresantes.

Algunas de estas estrategias son:

  • La utilización de modelos que sean significativos para los jóvenes, a través de la combinación de dos modelos: un “modelo experto” (algún deportista famoso) para incrementar la motivación, y un “modelo competente” (un deportista más cercano) para que, además de mantener alta su motivación, potencie su autoconfianza, destacando el objetivo o conducta a imitar, y haciéndoles ver que ello también conlleva un coste (trabajar muchas horas, entrenar duro, etc.).
  • La proporción de experiencias gratificantes a través de un entorno agradable y positivo, entrenamientos variados y entretenidos, con tareas atractivas, donde aprendan, se diviertan, consigan retos, se sientan apoyados y valorados por sus padres y compañeros, con el reconocimiento y la aprobación del entrenador, recompensando el esfuerzo y cada logro alcanzado con feedbacks y refuerzos positivos, etc.
  • La participación en la toma de decisiones en las que sea positiva su aportación (normas de equipo, puntualidad, etc.).
  • La compensación entre los distintos tipos de motivación, centrada tanto en los retos y resultados en competencia con los otros (orientación al ego) como con respecto a uno mismo (orientación a la tarea), ya que ambas son compatibles.
  • La relación costes-beneficios y otros intereses. Se trata de exigirles un coste ajustado, proporcionado, ya que estos deportistas tienen otras obligaciones escolares y familiares, y otros intereses y necesidades sociales. El entrenador debe calibrar el coste para que el balance entre beneficios y coste sea favorable.
  • Otra de las formas más comunes de mantener la motivación es mediante la motivación verbal a través de conversaciones, charlas, debates y discusiones de equipo, diálogos individualizados con cada deportista, etc. Los entrenadores tienen que ser capaces de captar y estimular a sus deportistas con sus discursos.
  • Igualmente, otra de las formas más efectivas de motivación es el compromiso sincero y entusiasta del entrenador con sus deportistas para la consecución de una meta común.

 

El entrenador debe utilizar técnicas motivacionales variadas que le ayudarán a conseguir mantener un elevado y continuo grado de motivación e involucración de sus deportistas. Por ejemplo, para una motivación externa positiva se sugiere:

  1. Comenzar con alabanzas. El entrenador debe reforzar las cosas que el deportista domina o hace bien. Esto le ayuda al deportista a sentirse capacitado.
  2. Hacer correcciones o sugerencias. El entrenador debe dar instrucciones objetivas que puedan ser realizadas por el deportista para tener más efectividad.
  3. Finalizar con cumplidos. Decirle al deportista que con algo más de práctica será totalmente capaz de mejorar sus puntos débiles, porque es bueno y competente.