1.3. Características

En el entrenamiento deportivo podemos destacar la existencia de una serie de características comunes para todos los campos de la educación física, aunque destacan en particular para los deportes de rendimiento, siendo estas (Harre, 1987):

  • El entrenamiento tiene siempre por objetivo lograr el máximo rendimiento individual posible en un deporte o disciplina dada.
  • El entrenamiento deportivo es en gran medida un proceso de formación individual, dado que los factores que inciden en el rendimiento pueden variar de un individuo a otro.
  • El entrenamiento pasa a ser parte del modo de vida del deportista, por lo que, para lograr un óptimo nivel de rendimiento físico y psicológico, el deportista debe someterse a cargas máximas de entrenamiento, habiendo adaptado sus hábitos de vida a las necesidades de sus actividades deportivas.
  • El entrenamiento se caracteriza también por su naturaleza planificada y sistemática, de ahí la planificación del entrenamiento para mejorar el rendimiento.
  • La naturaleza científica del entrenamiento, puesto que se ha conseguido un progreso en el uso de los métodos gracias a la resolución de problemas de investigación aprovechando la experiencia de entrenadores y deportistas exitosos, permite generalizar tal experiencia y aplicarla de modo creativo.
  • El entrenamiento deportivo también se caracteriza por la unidad de la instrucción y de la educación, como otro proceso pedagógico.
  • Otra característica importante es el papel dominante del entrenador, junto con la independencia del deportista, la cual debe plantearse como un objetivo del entrenador, tal y como capacitar a los deportistas para que se entrenen de manera autónoma, manteniendo vínculos de cooperación con todas las personas que participan en la educación de los jóvenes.

Del mismo modo, podemos indicar como característica del entrenamiento deportivo que este debe plantearse en torno a una serie de tareas generales y específicas (Matveev, 1983); la primera sería la que abarque contenidos de la preparación que no se centra en la modalidad deportiva elegida por el deportista asegurando un desarrollo armónico del mismo, y la segunda, que constituye el factor de especialización en la modalidad deportiva elegida, incluyendo el estudio de la técnica, la táctica, la preparación física y psíquica.