El entrenamiento deportivo es un proceso complejo de actividades, dirigido al desarrollo planificado de ciertos estados de rendimiento deportivo y a su exhibición en situaciones de verificación deportiva, especialmente en la actividad competitiva (Martin, Carl y Lehnertz, 2001).
Dichos autores lo consideran como un proceso complejo, entendiendo que el entrenamiento influye sobre el desarrollo de la personalidad; planificado, porque las actividades van destinadas a la consecución de los objetivos del desarrollo del estado de rendimiento deportivo, y a la exhibición de rendimientos deportivos, porque no se desarrollan de forma espontánea, sino que está basado en reflexiones y decisiones previas orientadas. Del mismo modo, también intentan reflejar que el entrenamiento deportivo no tiene que limitarse al deporte de alto rendimiento, sino a numerosos campos de intervención.
De esta manera, podríamos atender a la definición de Issurin (2012), quien indica que el entrenamiento deportivo en su sentido más estricto significa la aplicación de las cargas físicas a través de ejercicios físicos, con la intención de asegurar una participación satisfactoria en la competición.