4.2. Rendimiento
En cualquier transformación energética, siempre existen pérdidas de parte de la energía debidas a diversos factores, las más habituales son:
- Rozamientos entre componentes móviles de los mecanismos.
- Rozamientos con el aire.
- Pérdidas debidas al efecto Joule en sistemas eléctricos.
- Causadas por efectos parásitos en los campos electromagnéticos.
Recuerda que la ley de la conservación de la energía afirma que la energía no puede crearse ni destruirse, solo se puede transformar de una forma a otra.
Parece pues que llegamos a una contradicción, por un lado decimos que la energía se conserva y por otro que se pierde.
En realidad no existe ninguna contradicción, lo que estamos diciendo es que la energía se degrada en un proceso irreversible. En cualquier transformación parte de la energía pasa a estar en una forma menos útil.
Es importante definir un parámetro que establezca una relación entre la energía que se aporta a un sistema y la cantidad de esa energía que el sistema llega a aprovechar. Este parámetro es el rendimiento.

Actividad
Rendimiento
Se define el rendimiento (η) como el cociente entre la energía útil (EU) y la energía total o absorbida (ET) por el sistema. Se suele expresar en %.
Aspectos a tener en cuenta:
- El rendimiento es un valor adimensional, es decir que no tiene unidades, se expresa en tanto por uno, o bien si se multiplica este resultado por cien se expresa en tanto por ciento %.
- Su valor siempre ha de ser inferior a la unidad, solo en el caso ideal de que un sistema no tuviese pérdidas su valor sería la unidad, pero esto solo ocurre a nivel teórico, nunca en la práctica.
- El rendimiento también se utiliza referido a potencias (la energía es igual a la potencia por unidad de tiempo), así la fórmula sería:


Actividad
En resumen:
- En todas las máquinas y en cualquier proceso físico se producen pérdidas de energía.
- Por lo tanto su rendimiento siempre será inferior al 100%.
- Esto no se debe interpretar como un incumplimiento del principio de conservación de la energía sino como una transformación "irremediable" de la energía en formas más degradadas, generalmente en forma de calor.
