1.2. Los géneros literarios
No todos los textos literarios tienen las mismas características. Unos se centran en la expresión de sentimientos, otros se usan para contar historias, en otros se cede la palabra a unos personajes que desarrollan una trama mediante el diálogo...
Según el contenido, la finalidad que persigue el autor y las características formales, los textos se clasifican según unos modelos, a los que llamamos géneros literarios.
Tradicionalmente, los textos literarios se han clasificado en tres grupos importantes: lírico, épico y dramático, a los que cabe añadir otros géneros como el didáctico, que engloba a aquellos textos literarios cuya principal finalidad es enseñar o adoctrinar al lector (fábulas, discursos) o el ensayo (obra breve en la que un autor expone, con voluntad de forma, sus conocimientos sobre un tema determinado: científico, literario, filosófico, político...).
Detengámonos en los tres géneros más importantes:
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El género lírico se caracteriza por la expresión de los sentimientos del autor. Predomina, pues, la función emotiva o expresiva. Generalmente, suele aparecer en verso, aunque también hay textos líricos escritos en prosa, así como versos que no son líricos (ej. la poesía épica). La palabra "lírica" remite al origen musical de este género, ya que, originariamente, eran composiciones cantadas y acompañadas de algún instrumento musical, como la "lira".
Dentro de la lírica, cabe distinguir algunos subgéneros: oda (de tema y personajes nobles y elevados); canción (popular o culta, ahonda en el tema amoroso o religioso, aunque en ocasiones con tono satírico); elegía (poema de lamento y tristeza); balada (próxima a la canción, pero de ambiente cortesano); égloga (uno o varios pastores dialogan sobre el amor); himno (composición en honor a dioses y héroes); epigrama (breve composición que expresa una burla o una sátira); madrigal (composición breve, especialmente intensa y de tema amoroso).
Debemos, además, mencionar un grupo lírico innovador: la prosa poética, donde encontramos la expresión íntima del autor sin los recursos evidentes del texto poético: la métrica y la rima.
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Imagen en Wikimedia Commons de |
La narrativa es el género que se utiliza para contar historias, reales o imaginarias, protagonizadas por unos personajes, que pueden intervenir directamente mediante el diálogo. El encargado de contar la historia es el narrador, que cuenta con distintos modos de elocución (narración, descripción, exposición y argumentación).
El narrador puede utilizar las tres personas verbales, según cuál sea su punto de vista:
- 1ª persona: El narrador puede ser también el protagonista de la historia (hablamos, entonces, de autobiografía), o un simple testigo de los acontecimientos que cuenta.
- 2ª persona: De este modo, el narrador crea el efecto de estar contándose la historia a sí mismo, como si se mirara en un espejo.
- 3ª persona: Es la más habitual. En esta modalidad, podemos encontrar el narrador omnisciente (lo sabe todo sobre la historia y sobre los personajes, incluso lo que piensan y lo que sienten) y el narrador observador (muestra lo que ve de forma objetiva, como lo haría una cámara de cine).
Para narrar, normalmente se utiliza la prosa. Sin embargo, también podemos encontrar narraciones en verso, como es el caso de los poemas épicos y los romances. En prosa, los subgéneros narrativos más habituales son la novela y el cuento, diferenciados básicamente por la extensión (el cuento suele ser un relato de corta extensión, frente a la novela, más larga).
En el apartado "Para saber más" de este tema, encontrarás toda la información que necesitas sobre otros elementos importantes del género narrativo, como la acción, los personajes, la estructura, el tiempo, el espacio y los tipos de elocución en la narración.
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Imagen derivada de un original en |
Este género engloba obras escritas en forma dialogada y destinadas, generalmente, a ser representadas ante un público. Esto implica una peculiaridad que lo distingue de los otros dos géneros: el carácter colectivo de la emisión (intervienen el autor de la obra y también el grupo teatral que la representa) y la recepción (que tiene lugar en el local donde se lleva a cabo la representación).
Además de los diálogos, también suele haber acotaciones (escritas en letra cursiva) que son indicaciones que el autor del texto da al director de la compañía teatral sobre cómo deben llevarse a cabo determinados aspectos de la representación.
Según su intencionalidad, los textos teatrales se subdividen en tres grupos:
- Tragedia: Obras de carácter serio, con un final desgraciado.
- Comedia: Obras divertidas cuyo final es feliz.
- Drama: Con un conflicto menos grave que el de la tragedia, con un carácter realista y centrado en los problemas cotidianos de la sociedad.
Otras formas teatrales de extensión más breves son: el auto sacramental (relacionado con las fiestas religiosas), el entremés (con carácter humorístico, se representaba entre los actos de la comedia; partir del siglo XVIII recibe el nombre de sainete), y la farsa (representada al margen de las fiestas religiosas).
Además de la obra teatral como texto literario, no hay que olvidar que son textos para ser representados en un escenario y, por lo tanto, llevan aparejado un complejo proceso escenográfico. Es el espectáculo teatral.
