1.1. La comunicación literaria

La Historia del ser humano está unida a la palabra. Ella es su primer instrumento de desarrollo y también su primera materia de arte. La literatura es el arte de la palabra. Por lo tanto, para definir literatura debemos atender a diversos aspectos que estos dos conceptos, arte y palabra, representan:
Libros

Imagen derivada de un original en Wikimedia Commons
de Twice25 bajo CC

  • Como arte, la literatura supone una manipulación de contenidos y formas, es decir, del material lingüístico del que el autor dispone: sonidos, sílabas, palabras, frases... Todo ello le sirve para interpretar la realidad interior y el mundo que le rodea, y transmitírnoslo.
  • El uso de la palabra convierte la literatura en comunicación lingüística, donde hay un emisor, un receptor, un mensaje, un canal, un referente -que puede ser la literatura misma- y un código específico, el literario.

Con todo ello la literatura cobra características propias como, por ejemplo:

  1. Tiende a ser original, es decir, creativa desde el emisor y extraña para el receptor.

  2. La creatividad está unida a la voluntad de estilo y esto nos lleva a un lenguaje desviado, recurrente y connotado: el sentido del texto frente a lo que dice el texto.

  3. La forma, el significante, es muy importante: los sonidos, la musicalidad...

  4. Por ello, el mensaje recibe una especial atención. Es la denominada función poética o estética, la que busca el embellecimiento tanto del contenido como de la forma del mensaje.

Desde el punto de vista de la Teoría de la Comunicación, el texto literario constituye un proceso comunicativo especial, en el que confluyen las peculiaridades que hemos señalado. Gráficamente:

Esquema comunicación literaria

Esquema de elaboración propia

Evidentemente, cada elemento adecúa su función al hecho literario. Por ejemplo, el emisor cumple ante todo una función expresiva; el mensaje se suele alejar de la denotación y la función referencial, dado su carácter ficticio; el receptor ha de decodificar el contenido conociendo claves del autor, la época histórica... Todo ello se debe a la función central del texto literario, la que denominamos función poética, que es la pretende crear belleza usando el lenguaje. Es la función principal en poemas, novelas, obras de teatro y canciones.

Importante

En el proceso comunicativo literario, los elementos que intervienen están subordinados a la llamada función poética o estética, que convierte el mensaje literario en un producto único e irrepetible.

Reflexión

Lee con atención estos dos textos:

TEXTO 1:

La lluvia (del lat. pluvĭa) es un fenómeno atmosférico de tipo acuático que se inicia con la condensación del vapor de agua contenida en las nubes (...) La lluvia, en su caída, se distribuye de forma irregular: una parte será aprovechada para las plantas, otra parte hará que los caudales de los ríos se incrementen por medio de los barrancos y escorrentías que, a su vez aumentarán las reservas de pantanos y de embalses y otra parte se infiltrará a través del suelo, y discurriendo por zonas de texturas más o menos porosas formará corrientes subterráneas que irán a parar o bien a depósitos naturales con paredes y fondos arcillosos y que constituirán los llamados yacimientos o pozos naturales (algunas veces formando depósitos o acuíferos fósiles, cuando se trata de agua acumulada durante períodos geológicos con un clima más lluvioso), o acabarán desembocando en el mar.

Fuente: Wikipedia

 

Lluvia

Imagen derivada de un original
en Flickr de Martin LaBar bajo CC

TEXTO 2:

INVIERNO

Dios está en su palacio de cristal. Quiero decir que llueve, Platero. Llueve. Y las últimas flores que el otoño dejó obstinadamente prendidas a sus ramas exangües, se cargan de diamantes. En cada diamante, un cielo, un palacio de cristal, un Dios. Mira esta rosa; tiene dentro otra rosa de agua, y al sacudirla ¿ves?, se le cae la nueva flor brillante, como su alma, y se queda mustia y triste, igual que la mía.
El agua debe de ser tan alegre como el sol. Mira, si no, cuál corren felices, los niños, bajo ella, recios y colorados, al aire las piernas. Ve cómo los gorriones se entran todos, en bullanguero bando súbito, en la yedra, en la escuela, Platero, como dice Darbón, tu médico.
Llueve. Hoy no vamos al campo. Es día de contemplaciones. Mira cómo corre las canales del tejado. Mira cómo se limpian las acacias, negras ya y un poco doradas todavía; cómo torna a navegar por la cuneta el barquito de los niños, parado ayer entre la yerba. Mira ahora, en esta sol instantáneo y débil, cuán bello el arco iris que sale de la iglesia y muere, en una vaga irisación, a nuestro lado. 

Juan R. Jiménez. Platero y yo. Cap. CXVII

 

¿Cuál de los dos dirías que es un texto literario? ¿Por qué?