3.1 La experiencia y la razón

De forma general, suelen señalarse dos fuentes de conocimiento: la experiencia y la razón. Al hablar de experiencia, se incluye dentro de la misma la experiencia externa, aquello que se nos da a través de las sensaciones (colores, olores, figuras, etc) y la experiencia interna, que se refiere a nuestras propias actividades mentales (voluntad, pensamiento, percepción, etc. ). Se considera a la razón como fuente de conocimiento en la medida en que esta facultad es capaz de proporcionarnos contenidos, formarse una idea de la realidad y dirigir nuestra acción.

Importante

La cuestión del origen más o menos empírico o racional del conocimiento humano ha determinado la contraposición entre dos modelos epistemológicos de gran relevancia a partir de la modernidad: el racionalismo y el empirismo. El racionalismo tiene a su mayor representante a Descartes, filósofo del siglo XVI que confía a la razón el origen del conocimiento verdadero y al proceder racional como el garante de un conocimiento cierto y potencialmente ilimitado. El empirismo, por su parte, surge en gran medida en contraposición al planteamiento racionalista y cuenta, entre otros representantes, con la figura de Hume (XVIII).Para el empirismo todo el conocimiento tiene su origen en la experiencia y encuentra en ella su límite.

Una de las grandes diferencias entre uno y otro movimiento está en torno a la afirmación o negación de ideas innatas, generadas por nuestra propia razón al margen de la experiencia. Mientras que los racionalistas consideran que nuestra propia mente alumbra los conceptos fundamentales que permiten el conocimiento, los empiristas las niegan, sosteniendo que toda idea tiene su origen en la experiencia Según el empirismo, nuestra mente establece relaciones entre ideas que son reflejo de impresiones, pero no las genera por sí misma.

Comprueba lo aprendido

Lee y completa

Lo relevante no es la información que los sentidos nos proporcionan, sino el análisis que la razón hace con dicha información. Así, es la razón la que descubre las formas geométricas ideales a las que se aproximan los objetos sensibles y es la razón la que en un ejercicio interno logra deducir sus propiedades. Sin dicha racionalización de la experiencia, lo que nos ofrece la vista, por ejemplo, no sería más que un conjunto de sensaciones sin significado.

Imaginemos un ser carente de sentidos y una inteligencia potencialmente extraordinaria. ¿Podría concebir en su mente alguna noción de geometría y suponer que hay un mundo exterior que se ajusta a los mismos? No. Las nociones geométricas que una mente es capaz de racionalizar no tienen otro fundamento que los datos de la experiencia, unos datos que la razón vincula mediante principios psicológicos básicos.

Habilitar JavaScript