1. Los distintos tipos de textos
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Sabemos que la lengua es el instrumento más avanzado y complejo de que disponemos los seres humanos para comunicarnos: esa es su finalidad principal. Ahora bien, esa comunicación puede partir de necesidades variadas y buscar finalidades también distintas: de ahí que los hablantes utilicemos el lenguaje con distintas funciones, tal y como hemos visto.
Lo mismo podría decirse de la producción de textos escritos, concebidos para su divulgación entre un amplio número de receptores. No todos los textos responden al mismo propósito y, por lo tanto, estos presentarán características diversas, según cuál sea el tema tratado y cuál la intención de su emisor.
En este tema iniciamos el estudio y análisis de las características que presenta el idioma, según el tema que aborden los distintos tipos de textos. Lo hacemos centrando nuestra atención en tres tipos de textos:
- Científicos y técnicos: Son aquellos que se utilizan para la difusión de los conocimientos científicos y tecnológicos, y en ellos suele predominar la objetividad.
- Humanísticos: Son textos en los que se suele hablar de muchos aspectos que ocupan y preocupan al ser humano, como la filosofía, la política, la literatura, la historia, el arte, etc. Normalmente, el autor refleja en ellos su punto de vista sobre el tema tratado, por lo que se impone en ellos la subjetividad.
- Jurídicos y administrativos: En ellos se trata de aspectos relacionados con el Derecho (jurídicos) y con la Administración (administrativos). Aunque no siempre se alcanza, en general estos textos persiguen la objetividad.
En el tema siguiente podrás conocer las características de los textos literarios y también de los periodísticos y publicitarios.

Importante
Uno de los aspectos más importantes en el estudio de los distintos tipos de textos consiste en señalar su carácter objetivo o subjetivo.
Por eso te recomendamos que te fijes bien en las características de todos ellos y lo tengas en cuenta.
PROCEDIMIENTOS PARA MANIFESTAR LA OBJETIVIDAD
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EJEMPLOS |
Predominio de oraciones enunciativas, con función referencial. |
La Constitución Española establece la separación de poderes. |
Las interrogaciones, cuando se emplean, se usan como medio para explicar algo. |
¿Qué función tiene en el organismo el ADN? |
Con frecuencia, no interesa explicitar el agente, por lo que es normal que se usen oraciones impersonales y pasivas reflejas, así como proposiciones subordinadas con verbos en forma no personal (infinitivo, gerundio y participio). |
En el Decreto se establece la responsabilidad del Ayuntamiento para facilitar el acceso de los ciudadanos a la información. |
Los verbos suelen conjugarse en tercera persona y en indicativo, prefetentemente en presente atemporal. | La oficina se encuentra en la dirección que se constata en el folleto adjunto. |
Uso de un vocabulario carente de matices valorativos. Los adjetivos y demás complementos del nombre suelen ser especificativos. |
La dirección consignada en la carta no se corresponde con la del dueño de la casa. |
Para enunciar alguna hipótesis, se usa el condicional. |
Solo si los ciudadanos lo solicitan masivamente, se procedería al cambio de horario. |
PROCEDIMIENTOS PARA MANIFESTAR LA SUBJETIVIDAD | EJEMPLOS |
Referencias (directas o deícticas) a la 1ª persona. | Instaré a mis amigos a que me expliquen qué entienden ellos por necesidad. |
Empleo de oraciones exhortativas, dubitativas, desiderativas, interrogativas, con valor expresivo. |
¿Cómo es posible que se haya permitido tal barbaridad? ¡Cuántos disgustos nos hubiéramos ahorrado con una intervención a tiempo! |
Afirmaciones y negaciones categóricas. A veces, el emisor utiliza intencionadamente la impersonalidad, para convencer al lector de la verosimilitud de sus afirmaciones. | Un comportamiento así es intolerable. Ya se sabe que no siempre tiene más razón quien más grita. |
Frecuente aparición de los modos subjuntivo e imperativo. |
Recordad que, aunque lo intentéis, no estáis en las mejores condiciones para conseguirlo. |
Uso de vocabulario afectivo, valorativo. |
Sustantivos: odio, esperanza, desastre... Adjetivos: maltratado, imperdonable, excelente... Verbos: destrozar, solucionar, lograr... Adverbios y locuciones adverbiales: sin duda, lamentablemente, por supuesto... |
Uso de figuras retóricas varias. |
Metáforas: La crisis se está convirtiendo en un caballo desbocado. Comparaciones: El rostro del acusado parecía inerte, como árbol en invierno. Ironías: La banca tiene la sana costumbre de no perder en ninguno de los juegos en los que participa. Hipérboles: La frase, mil veces repetida por el entrenador... Personificación: Su atrevimiento recibió un duro castigo. Etc. |
Uso del diminutivo, con valor expresivo. |
Pobrecillo, papelón, problemita. |
Complementos oracionales que expresan una opinión del emisor. |
A mi entender, según mi criterio... |
Interrogaciones retóricas. |
¿No es acaso la pobreza el principal problema que asola a las capas de población menos favorecidas? |
Uso de puntos suspensivos, para expresar duda, temor, o para dar a entender algo que no se quiere decir directamente, pero sí que lo piense el lector. |
Todos defienden su inocencia, pero si las paredes de ese despacho hablaran... |
Empleo de paréntesis para introducir alguna nota subjetiva. |
Sus conferencias (la de la semana pasada fue maravillosa) cuentan con un amplio seguimiento. |
Uso de comillas, que pueden servir para remarcar algún término que el autor quiere resaltar. |
Ahora está en la cárcel, pero durante años tuvo bastante éxito en sus "negocios". |

Caso de estudio
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Rosa Montero en la Feria del Libro de Madrid |
El que sabe no habla; el que habla no sabe, dice uno de los más conocidos apotegmas del Tao. Una perla de sabiduría ancestral según la cual todos los articulistas somos unos imbéciles, porque nos pasamos la vida hablando y opinando sobre las cosas más dispares. Ésta es una reflexión propia de final de año, que es cuando todos nos ponemos meditabundos e introspectivos. ¿Cuántas tonterías habré dicho en 2008? Aún más, ¿en algún momento habré expresado ideas que hoy ya no comparta? No sé bien si he mudado de criterio sobre algo en los 12 últimos meses, pero desde luego sí lo he hecho numerosas veces en los 30 años que llevo escribiendo artículos. Siempre me ha pasmado que no cambiar jamás de opinión se considere un rasgo admirable. «Fiel a sus ideas, Fulanito de Tal sigue siendo el mismo que hace 40 años», se dice, por ejemplo, con rendida reverencia, de alguien que, en efecto, ha conseguido llegar a septuagenario con las mismas opiniones que tenía cuando hizo la mili. La verdad, yo a eso no le veo la gracia ni el sentido.
La vida siempre es crítica y mudable, la vida es un aprendizaje obligatorio. El genial y malicioso Josep Pla dice en El cuaderno gris: «Tenían un espíritu limitado pero absolutamente acabado. Eran hombres de carácter». No se puede definir mejor a esas personas que, a una edad temprana (son individuos urgentemente necesitados de certezas), adquieren una colección completa de pensamientos como quien amuebla una casa hasta el menor detalle, y que, a partir de ahí, se sientan sobre sus ideas y dejan que la vida pase sin tocarlos, berroqueños, imbuidos del carácter -de la firmeza- de sus creencias, pero limitados y sin duda acabados. No creo que los años nuevos puedan ser verdaderamente nuevos para ellos. No creo que haya vida sin dudas y sin cambios.
Rosa Montero: «Año nuevo», en El País, 30 de diciembre de 2008.
(Pruebas PAU -Andalucía- Mayores 25, 2009).
Indica si nos encontramos ante un texto de carácter objetivo o ante uno de carácter subjetivo. Justifica tu respuesta.